Como dice una de las frases que se leen en el léxico del pueblo: “Hay que tener los pies sobre la Tierra”.
¿Por qué inicio así mi artículo de este viernes? La respuesta: Porque obedece a una realidad electoral (palmaria) que surge producto una peligrosa pandemia que nos ha traído el llamado coronavirus.

Es una realidad mundial a la que no escapa, por supuesto, nuestro país que ha sido atacado -sin piedad- por el coronavirus que al momento de escribir estas líneas había ocasionado 60 muertes y ha contagiado a 1,380 personas. ¡Es una catástrofe nacional!

¿Se justifica entonces que las elecciones presidenciales y congresuales pautadas para el 17 de mayo sean pospuestas? Desde luego sí. Pero no voy a exponer argumentos respecto a cuál de los candidatos se beneficiaría si la Junta Central Electoral (JCE) decide organizar el certamen para otra fecha.

No busco analizar quien (de Leonel Fernández, Luis Abinader o Gonzalo Castillo) saldría ganancioso con la postergación de la justa comicial de mayo. Ese no es el tema en lo inmediato
Desde el mismo momento -el 17 de marzo- que se conoció que el también llamado COVID-19 había entrado al país, tras ser infectado un ciudadano francés, se comenzó a especular con lo que podría ocurrir con las elecciones de mayo.

Dos días antes, el 15 de marzo, fueron las votaciones para elegir a las nuevas autoridades municipales (alcaldes, vicealcaldes, regidores…) comicios realizados tras colapsar la contienda electoral del 16 de febrero debido a que no funcionó el tan cacareado voto automatizado y que también ocasionó serios problemas en las primarias del pasado seis de octubre.

El liderazgo político del país, dejando a “un lado” sus intereses partidarios y electorales, es el que podría determinar si la fecha del 17 de mayo debe seguir vigente para las elecciones. Julio César Castaños Guzmán, presidente de la JCE, dijo que la organización de las elecciones sigue “normal”.

Leonel Fernández, candidato de la Fuerza del Pueblo, dio esta categórica declaración: “La salud de los dominicanos está por encima de las elecciones presidenciales y congresuales. Para mí las elecciones juegan un rol secundario con respecto a la salud y el bienestar del pueblo dominicano”

Quizás cuando este artículo esté publicado, la JCE haya decidido postergar las elecciones. Por la crisis de salud que República Dominicana y la realidad electoral, lo más conveniente es que las elecciones de mayo sean pospuestas.

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