Pedro Pablo Valoy es un abogado especialista en derecho penal y procesal penal, y con creciente dominio en materia inmobiliaria, que tiene más de 30 años, según sus palabras, “a los pies del señor”. Y, sus creencias, las combina, defiende y promueve, con una mezcla de conocimientos técnicos y científicos. Precisamente en nuestras conversaciones, cuales ideas encontradas, el tema religioso no falta. Por ello y debido a mis constantes dudas, y quizás como forma de procurar adoctrinarme, me prestó un texto que aborda “El Génesis” bíblico de forma amplia. El libro se titula: “Génesis. La revelación del plan eterno de Dios” (662 p.), escrito por el erudito bíblico cubano: Evis L. Carballosa, y, como bien dice en la contraportada, es un completo estudio bíblico sobre el tema, combinando análisis “histórico, lingüístico y teológico en cada pasaje, y exponer la relación de los diversos relatos, personajes y sucesos entre sí (…)”.

El Génesis no fue el primero de los libros escritos del viejo testamento. Es probable que, cronológicamente, el libro de Job lo sea. Pero, en cuanto al desarrollo de la historia bíblica, es el primero por narrar los inicios de la “creación”, de ahí su importancia, es como una “carta de ruta” sobre lo que narran los siguientes libros que forman tanto el viejo como el nuevo testamento. Se considera a Moisés como su autor.

Uno de los temas que no le encuentro una explicación fácil es el de la “trinidad”, algo que está en varios pasajes de la Biblia y que incluye “unidad y distinción. (Porque) Dios es uno en tres personas distintas (…) el Dios de Génesis 1 es un Dios único y tripersonal (…) (p. 36-37).

También, ¿por qué durar seis días para crearlo todo y no en un instante? Valoy, inteligente siempre, argumenta que “Dios no tiene problemas con el tiempo. El existe fuera del mismo. El tiempo es parte de su creación. Los seis días pueden ser solo una forma de ilustrar el orden seguido en la obra de la creación”.
Otra pregunta, ¿por qué el Señor rechazó la ofrenda de Caín? Acaso ¿no era inocente su sangre? Hasta ese momento en la lectura del texto ningún dato confirma esa tesis, en caso de serlo.

No puede quedarse el tema de la “maldición de la raza humana a causa del pecado (3:9-13). “Todo alejamiento de la verdad inevitablemente, se inicia de un modo impersonal”, en relación a la sutileza de Satanás (la serpiente) frente a Eva, induciéndola al pecado. Pues no inicia con una objeción frontal a la palabra de Dios sino con una sutil pregunta (3:1-3). Según Carballosa: “La mujer es escogida para ser tentada porque (no) escuchó el mandamiento de Dios de su propia boca sino solamente, al parecer, a través de Adán” (p. 83-84), insinúa que procuró convencer a la más débil.

El espacio me impide seguir, agrego que el “Génesis” de Carballosa no me disipó mis dudas, más bien me surgieron muchas más en mi constante discusión con Valoy, pero reconozco que es un texto bien escrito y documentado, haciéndole la lógica objeción de la fe, que es eje transversal del mismo, y con la cual se completan los datos que faltan y se liman las ásperas contradicciones que surgen a cada instante.

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