El sector privado viene teniendo cada vez más voz y voto en las economías de los países. Y esto es un desafío para este sector. ¿Por qué? Por un lado, porque los gobiernos van tomando conciencia de la importancia de su participación; y por el otro, porque el mundo trata de resolver los principales problemas de hoy en día, y el emprendimiento y la eficiencia de la innovación son más necesarios que nunca.

Hace unos días me convocaron para participar en Madrid de una encuentro llevado a cabo por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL). Allí hable al respecto y destaqué que basta con mirar lo que ocurrió en la pandemia para ver la importancia de las empresas privadas en los desafíos qué esta dejó. Muchas se vieron claramente afectadas, teniendo que re-adaptarse o cerrando sus puertas. Vengo del sector privado, realmente sé por lo que pasamos, y la angustia que generó en el sector que organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, haya dicho inicialmente que el virus no era contagioso.

No podemos mirar para otro lado. Ciertamente, los gobiernos también cometieron grandes errores en la gestión de la Pandemia, como el cierre de sus economías, la limitación del debate sobre el virus y la falta de difusión de los riesgos reales del contagio, dejando en evidencia falencias, alcances y limitaciones.

¿Qué hizo el sector privado? Comprometerse frente a este panorama. Gracias a las nuevas tecnologías se lograron desarrollar y probar vacunas en una corta fracción del tiempo. Así fue como llegaron las vacunas Pfizer y Moderna. Esto permitió al mundo poder levantar la cabeza y mirar hacia adelante. Claro, que en esta etapa y para que esto funcione, fue clave la asociación entre quienes crearon las vacunas y los gobiernos. Creo que las empresas que trabajan con los gobiernos para resolver grandes problemas son una solución poderosa para los problemas que más aquejan a la sociedad. Como es el caso en la educación.

La educación en línea fue posible gracias a la innovación en el sector privado porque sin los equipos de Zoom o Microsoft, ¿cómo hubiese sido posible la enseñanza remota?, ¿qué tan bien preparado habría estado el sistema educativo sin el trabajo pionero en educación en línea realizado por K12 utilizando escuelas chárter en los Estados Unidos?. Lo cierto es que la fundación de esta empresa requirió no solo innovación en sistemas, contenido y procesos, sino que también requirió escuelas charter que eran escuelas que estaban exentas de muchas de las regulaciones tradicionales y, a menudo, administradas por organizaciones privadas que permitieron que la innovación ocurriera a un ritmo mucho más rápido e introdujeron la competencia educativa.

En definitiva, es un hecho que el sector privado ha tenido y tiene un rol central en la resolución de problemas que actualmente posee el mundo, como lo fue en su momento, por ejemplo, el papel de Bayer introduciendo antibióticos a gran escala en 1930 que mejoraron y salvaron la vida de millones de personas; o bien las mejoras significativas desde los libros de texto hasta la introducción de tecnología para mejorar los aprendizajes. Dada la importancia de la educación y la atención médica en la vida de las personas y la revolución tecnológica en curso y acelerada, es más importante que nunca que los empresarios impulsen la eficiencia y la innovación en estos sectores.

Estamos frente a un desafío pero también una oportunidad de crear un cambio sistémico a nivel mundial.

Por Ron Packard CEO ACCEL Schools

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