Me atrevo a decir que aproximadamente el 70 % de las informaciones que salen publicadas en los medios de comunicación llega a través de las instituciones públicas y en algunos casos desde las ONG y otras entidades privadas… ¡y creo que me quedo corta!

Los tiempos han cambiado y con ello la manera de los medios desenvolverse para llevar un contenido a su audiencia. Tratar de que sea diferente el producto que se brinda es una odisea, porque siempre se busca no dejar de publicar aquello que otros también contemplan.

Indudablemente la fortaleza siempre se destaca en brindar algo diferente además de lo noticioso que se repite en otros productos que tienen el mismo fin. Me refiero a los trabajos propios de los equipos que representan al medio, estos enganchan más porque no se está dando más de lo que abunda, de lo mismo.

Ahora bien, para volver a la introducción de este escrito, el objetivo es hablar un poco sobre la importancia de depurar las notas que llegan a nuestros correos, ya sea a los laborales o a los personales que hemos dado a conocer como periodistas para que las fuentes oficiales nos remitan sus informaciones.

Debemos tener en cuenta varios aspectos sobre las informaciones que nos llegan para que sean publicadas en los medios en los que laboramos porque en realidad, la noticia no suele estar de entrada.
Entre estos puntos, me atrevo a señalar los siguientes: a) Toda institución enfocará “su nota de prensa” según sus intereses; b) El titular o encabezado de la información generalmente no suele ser la noticia; c) Aunque nos enseñaron en la universidad que lo que impacta está en los primeros tres párrafos, por lo general lo que es noticia para un periodista y para el medio, en una nota institucional está al final o en el medio del contexto.

Otro aspecto que no quería dejar pasar en cuanto a depurar las informaciones es el ángulo local, que siempre será importante en las informaciones que adquirimos de las agencias. Recuerdo que cuando trabajaba como correctora de estilo, había que “voltear” las informaciones que tenían que ver con nuestro país porque estaban en el medio o al final, pues lo mismo pasa con muchas de las notas locales.

Finalmente, reitero que si queremos sacar filo a la información que nos llega (lenguaje periodístico): debemos leer la nota completa para no dejar pasar lo que engancha ni los errores ortográficos
garrafales. ¡Qué la pereza no gane!
¡Gracias por leerme!.

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