¡Hola, querido lector! La pobreza tiene muchos significados, pero todos derivan en conceptos que abarcan la escasez, limitaciones, falta de herramientas básicas para el desarrollo, entre otros aspectos.

Pero lo bueno es que la pobreza es una condición de la que se puede salir con base en la educación y las metas programadas, sin excepción de las áreas de las cuales se desprenda, ya sea material, humana, emocional y hasta gramatical (incluyendo aquí el vocabulario, tanto oral como escrito).

Si pasamos páginas indagando sobre qué hacer para mejorar nuestra gramática y enriquecer el vocabulario, constataremos que siempre aconsejan, en primer orden, crear un hábito de lectura y no abandonarlo, debido a que con ello se aprende a escribir bien, a mejorar nuestro léxico y a incrementar nuestro universo de palabras.

Quien lee cada jueves esta columna, sabe que en muchas ocasiones se invita desde este espacio a que, pese a que no haya una cultura de fomento a la lectura en República Dominicana, es necesario que quien desee crecer haga lo necesario para huir de esa pobreza que afecta el intelecto y deja muy mal parado el sello personal que promueve todo profesional.

Sé que los correctores profesionales sufren cuando a sus manos llegan textos que evidencian una pobreza lexical significativa, la cual se expresa no solo al escribir, sino también al hablar, con las repeticiones y uso frecuente de las mismas palabras en un texto, peor aun, en un solo párrafo.

Hay muchos aspectos por tomar en cuenta para determinar la pobreza del vocabulario, como, por ejemplo, además de la repetición de las mismas palabras en un texto, emplear de manera inadecuada grafías que no aplican al contexto de la frase u oración que emplea alguien.

“La pobreza léxica o monotonía consiste en el uso reiterado y excesivo de los mismos vocablos para expresar ideas diferentes y para las cuales existen palabras más precisas. Se repiten vocablos vagos o imprecisos que restan calidad a la información”, se explica en la página retoricas.com, web que comparte los ejemplos siguientes, donde la forma correcta está escrita entre paréntesis: “Tu perro es de una especie poco común (Tu perro es de una raza poco común)”; “No sé a qué cosa te refieres (No sé a qué tema te refieres); Le puso una carta al amigo (Le envió una carta al amigo); Hablaré de lo que es la inteligencia (Hablaré acerca de la inteligencia).

Finalmente, recordarte que la palabra es poder y saber usarla nos abre muchas puertas. Húyele a la pobreza gramatical creando buenos hábitos como el de la lectura y la actualización de la ortografía en el caso que nos compete, el de los hispanohablantes.
¡Gracias por leerme!

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