Para dar inicio a este año 2023, compartiremos sobre un tema llamado a ser futuro en la administración de justicia y que ya es el presente de muchos rubros de la sociedad, la inteligencia artificial (IA). En nuestro país ya hemos escuchado en varias ocasiones al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, referirse a esta como apoyo futuro al sistema de justicia.

La IA se refiere a sistemas que imitan la inteligencia del ser humano, para realizar tareas y que mejoran, a través de la repetición y a partir de la información que van recopilando. Esta se centra, fundamentalmente, en el proceso, la capacidad de pensamiento y el análisis de datos.

Hasta este punto a quien les escribe, al igual que a la mayoría de ustedes, les habrá generado muchas dudas respecto a su posible aplicación en la administración de justicia, sin embargo, muchas de ellas se van despejando y aclarando al investigar y profundizar sobre el tema, para ello resulta fundamental que nos saquemos de la cabeza que máquinas van a sustituir a los jueces porque ese no es ni debe ser el espíritu de la IA en la justicia.

En Latinoamérica ya existen experiencias de investigación y aplicación de IA en la justicia, tales como el caso de Argentina, allí desde la Fiscalía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se desarrolló Prometea, un sistema que aplica IA para preparar de manera automatizada dictámenes judiciales, su fundamento es la analogía y la existencia de precedentes judiciales reiterados, lo que en términos de plazo y tiempo efectivo empleado ha aumentado la eficiencia de muchos procesos y ha permitido que los funcionarios dedicados a las tareas automatizadas puedan dedicar más tiempo a procesos más complejos y que requieren de un análisis más profundo.

Otro ejemplo es el de Colombia, que desarrolla PretorIA como herramienta tecnológica en la Corte Constitucional, este sistema busca mejorar la selección de tutelas (equivalente al amparo en República Dominicana) de la Corte, algo de vital importancia si tomamos en cuenta que en el sistema colombiano todas las tutelas pasan a ser revisadas por la Alta Corte, lo que implica facilitar el trabajo de un tribunal que conoce, en promedio, cerca de las 600,000 tutelas al año. PretorIA no persigue reemplazar la labor humana, sino facilitarla mediante un procesamiento inicial que entrega información ya analizada e identifica candidatos a selección.

Al igual que cualquier proceso realizado por personas en la administración de justicia, el uso de IA en la administración de justicia debe regirse por principios como el respeto de los derechos fundamentales, la no discriminación, transparencia, imparcialidad, entre otros. Así como la tecnología ha ayudado a nuestras labores diarias, así podría mejorar la administración de justicia, teniendo claro que sea un apoyo y que esté al servicio de las personas.

Evidentemente hay cuestiones que resolver de carácter ético y moral, así como los riesgos informáticos, hackeos, manipulaciones, entre otros, que deben ser tomados en cuenta a la hora de plantearnos la aplicación de IA en nuestro sistema de justicia, aspectos sobre los que esperamos volver más adelante, pero esto no quita que el procesamiento de datos a través de IA pueda ser el impulso que tanto hace falta para que se alcance una justicia oportuna.

No sabemos si para la República Dominicana está cerca o no, pero de buena fuente les adelanto que nuestras Altas Cortes ya investigan al respecto y como resultado de esto sólo podemos aumentar el acervo de conocimientos.

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