La comisión senatorial conformada para elección de los miembros de la Cámara de Cuentas (CCRD) aprobó el informe favorable, con cinco nombres que luego de ser votados por los miembros del Pleno del Senado de la República se convertirían en los nuevos veedores de los fondos públicos.
Por mi parte, como una de los 15 finalistas en ternas ante el Senado, es un proceso en el cual solo me resta dar gracias; a todos aquellos que me acompañaron, guiaron, apoyaron y confiaron en mi preparación y desempeño. Me quedo con las palabras y muestras de afecto, y hago mías las sugerencias de que tengo un perfil más acabado ante las Altas Cortes, eso ya lo decidirá Dios. Tanto en el paso por la Comisión especial de la Cámara de Diputados, como por la Comisión en el Senado, el trato recibido fue impecable, a la altura que demanda la elección de tan importante órgano constitucional, con preguntas puntuales, sobre todo, la valoración recibida por cada uno de los miembros de ambas comisiones es algo que siempre tendré presente.
A la nueva Cámara de Cuentas tenemos que desearle éxitos, es una Cámara integrada por mujeres y hombres de alto valor social para nuestro Estado, vuelve el legado de la gestión constitucional encabezada por Milton Ray Guevara a permear el sistema jurídico dominicano, este caso, Francisco Franco fue letrado del Tribunal Constitucional en los despachos de los magistrados Jottin Cury y Alba Beard, lo que nos deja claro que aquellos que se han formado y han tenido en algún momento determinado esa trayectoria profesional es algo que debe ser tomado muy en cuenta.
A los nuevos miembros de la Cámara de Cuentas que recuerden conocer la historia del órgano, de este modo eviten repetir errores del pasado. Una Cámara de Cuentas más cercana a la población, esa población que tiene constitucionalmente el “control social” de los fondos públicos como instrumento de participación ciudadana, mediante el cual todo ciudadano tiene el derecho de fiscalizar, supervisar y evaluar la ejecución de las políticas públicas.
La transparencia en la gestión pública debe de empezar por el mismo órgano auditor, que como institución del Estado debe poner en conocimiento de la ciudadanía los resultados obtenidos en su gestión y el cumplimiento de compromisos asumidos; es de esta forma como se retomará la credibilidad en el accionar tan necesario de la Cámara de Cuentas.
Los nuevos integrantes de la Cámara de Cuentas deben de tener claro que pasan a ser servidores públicos, su compromiso es con la Nación, la Constitución y las leyes, basando sus actuaciones en la ética pública y en los valores morales de nuestros Padres de la Patria.
Sobre todo, como miembros de la Cámara de Cuentas deben de nunca olvidar que todos los procedimientos y atribuciones que le confiere la Constitución y las leyes, deben ser realizadas con riguroso apego al debido proceso de ley, basado, como expresa el jurista Cristóbal Rodríguez: “En la legalidad de la captación, recaudación, administración, custodia, manejo, ejercicio y aplicación de los recursos públicos, incluyendo subsidios, trasferencias y donativos, y de los actos, contratos, convenios, mandatos, fondos, fideicomisos, prestación de servicios públicos, operaciones o cualquier acto de las entidades fiscalizadas y si las mismas han dado lugar a daños y perjuicios en contra de la hacienda pública”.