Los dominicanos acudieron a las urnas, el 5 de julio pasado, esperanzados en una serie de cambios en la gestión pública que mejoren las condiciones de vida de la población, sobre todo, en los aspectos de mayor trascendencia para la convivencia sana y pacífica.
Esta decisión llevó a la primera magistratura de la nación a Luis Abinader y de él esperan ejecutorias certeras, que se traduzcan en bienestar para todos, sin menospreciar la obligación de cumplir con los más elevados requisitos de una correcta gestión de Estado.

Al cumplirse los primeros tres meses de su ascenso al poder, el gobernante reiteró su interés en cumplir lo prometido y su compromiso con un país mejor conducido, transparente, fuerte en la economía, la salud, educación, seguridad, turismo, seguridad social y política.

Descodificando los principales ejes de su programa de trabajo, Abinader se dirigió al país para anunciar los pasos dados y garantizar que lo que ha prometido está en el trayecto y en su carpeta de realizaciones, lo que realmente espera la gente.

Los dominicanos queremos vivir en paz, comer, tener salud, agua, educación de calidad y la oportunidad de contar con un techo digno, además de una justicia funcional, equilibrada y transparente, que garantice la inversión y con ella el crecimiento sostenido del país.

Si el mandatario cumple con la mayor parte del contenido de su propuesta, los dominicanos podríamos tener un respiro, renovar la fe y darle un color más sostenido a la esperanza.

Como todo presidente tiene, por tradición, un espacio de 100 días para marcar el rumbo de su gestión. Luis Abinader tiene el compromiso con la gente, con el país y con su propio entorno.
Esperamos que lo prometido se convierta en realidad y que volvamos a ser orgullosamente dominicanos. El país lo espera.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas