El 2019 fue un año protagonizado, podría decirse “casi en exclusiva”, por la política, aunque para muchos parezca imperceptible y quizás por esa razón no se aprecie la trascendencia de lo ocurrido. En los principales partidos políticos se vislumbra una nueva era en el liderazgo municipal, provincial y
nacional. Y eso se notará pronto.

El año pasado inició con el tema de la reelección presidencial en la agenda de cada día. Nadie escapaba del tema, unos a favor, otros en contra, los segundos quizás convencidos de que si se favorecía resultaba difícil vencerla. La realidad era que Danilo Medina seguía y sigue siendo el político más popular, lo que sin dudas beneficiará a su pupilo.

Y aquí las pasiones en ocasiones se desbordaron, tanto dentro como fuera del partido en el poder, traspasando en momentos el debate constitucional para enfrentarse en lo personal, donde hasta las instalaciones del Congreso Nacional se vieron afectadas por las amenazas de desórdenes.

Estos episodios, inevitables por lo que desde hacía tiempo sucedía en el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, motivaron la renuncia del expresidente Leonel Fernández, pues la elección de Gonzalo Castillo como su candidato presidencial fue consecuencia de las luchas internas previas.

Luego llegaron las primarias abiertas y cerradas de los partidos políticos y de inmediato el asunto se adueñó del escenario nacional, con campañas intensas y a veces “sucias”, con denuncias de todo tipo, donde tanto la Junta Central Electoral como el Tribunal Superior Electoral debieron trabajar horas extras para dirimir conflictos y todavía falta tomar decisiones. Destaco que en cualquier momento el Tribunal Constitucional tendrá vital importancia en estos procesos.

Esta parte es delicada, pues las indicadas instituciones, luego de juzgar, podrían determinar el curso de parte de las próximas elecciones, las cuales serán más complicadas por las novedades que tendrán, como la elección individual de los concejales en las elecciones municipales y el no arrastre de los diputados a los senadores en las elecciones congresuales.

Esto implica que los temas pendientes se recrudecerán a partir de enero y que la política continuará dominando las calles del país durante todo el 2020, con elecciones seguro en febrero, en mayo, en junio en caso de segunda vuelta y toma de posesión el 24 de abril de los alcaldes y directores municipales y el 16 agosto de los legisladores y del presidente y vicepresidente de la República.
La política es hermosa como modo de servir a los demás y de ser útil a la sociedad, pero por igual debemos enfocarnos en otros aspectos que necesita nuestra patria para continuar o mejorar su desarrollo. Ojalá que la política del “20” sea menos abrumadora que la del “19”.

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