La Virgen de la Altagracia, denominada Protectora del Pueblo Dominicano es confundida con la Patraña, título que corresponde a la de las Mercedes, LMambas diferentes advocaciones de María, madre de Jesús. Esto a propósito de la celebración el pasado sábado del “día grande” de los dominicanos. Salvaleón de Higüey, fue fundada por Juan de Esquivel en 1506 por orden de Nicolás de Ovando, luego de dominar los nativos que allí vivían. Posee Escudo de Armas, por disposición real, desde diciembre del 1508 y permaneció como Parroquia dei partido del Seibo durante todo el período colonial. Para 1512 de establecieron allí los hermanos Alonso y Antonio de Trejo, de Placencia, Extremadura (España), quienes instalaron un trapiche, trayendo la imagen de la Virgen y donándola más tarde a la parroquia. Se fijó el 15 de agosto como festividad. Una crónica de 1650 dice: “La ymagen miraculosa de nuestra Señora de Alta Gracia está en la villa de Higüey, Son innumerables las misericordias que Dios Nuestro Señor a obrado y cada día obra con los que se encomiendan a su Santa ymagen:[ Probablemente la advocación viene de Garrovillas de Alconétar (Cáceres), cerca de donde Nicolás de Ovando fue Comendador antes de venir a la Isla. En 1690, los españoles invadieron el territorio del Oeste, derrotando a los franceses el 21 de enero, en la batalla de la Sabana de la Limonade, donde murió el gobernador francés Cussy, retirándose los vencedores a Santiago. Como las tropas elevaron sus plegarias a la Virgen de la Altagracia la víspera del combate, tras triunfar iniciaron la celebración de su fiesta religiosa en ese día (21 de enero), en vez del 15 de agosto. Monseñor Femando Arturo de Meriño obtuvo licencia Papal para consagrar esta fecha como festividad de precepto porque no podía ser la de Agosto debido a que ese día se celebra la Asunción de la Virgen. Con el tiempo, se perdió el conocimiento del origen de la imagen y fue el controversial padre Moreno del Christo,el mismo de “París o la Sabana de GUabatico”, quien inventaría la leyenda del “Viejo, los Dos Ríos y del Sueño Misterioso”, que surge por los vacíos históricos y que Rafael Deligne recogió en su obra Encargo Difícil, lo mismo que Juan E. Moscoso en su obra Chiquitica de Higüey. El lienzo venerado, dominando la majestuosa Basílica de Higüey y considerado milagroso, mide unos 42 cm. de ancho (16.5 pulg.) por 54 cm. de alto (21.25 pulg.) Muestra a la “mujer” de Apocalipsis 12:5 que acaba de dar a luz, con San José detrás. Tiene una corona de 12 estrellas, simbolizando los apóstoles; muestra la “alta gracia” de María, Madre de Dios, reina de la iglesia y del cielo, simbolizado por las estrellitas de su manto. Muestra una escena de la Natividad, considerada como una obra primitiva de la escuela española, fue pintada a finales del siglo XV o a inicios XVI. De origen desconocido, en los testimonios de información no se consigna nada al respecto. Su marco es una obra de arte de un desconocido orfebre dominicano del siglo XVIII hecho en oro, piedras preciosas ofrendadas y esmaltes