Año que inicia, esperanzas que se renuevan, período en que termina un ciclo e inicia otro. El ser humano le ha atribuido a este tiempo, características mágicas y particulares según la cultura. El calendario, ajustado al movimiento de nuestro planeta, alredor del astro rey: El sol. Su diferencia se compensa cada cuatro años, añadiendo un día a febrero, haciendo ese año bisiesto, expresión que nace del latín, al intercalar un día entre el 23 y 24 de febrero, establecido por el Emperador Julio César. El Papa Gregorio XIII en 1585, al instaurar el calendario gregoriano, que alcanza hasta hoy, definió añadirle el día, al final de febrero. Los egipcios en su calendario, ya habían especificado el año de 365 días y un “chin ma”, que corrigieron con el día extra cada cuatro años. Se puede calcular si el año es bisiesto si es divisible entre 4, con excepciones de los de fin de siglo que deben cumplir ser divisible entre 400, con un algoritmo matemático. Es decir que el 29 de febrero solo ocurre en años bisiestos y le ocasiona un trastorno de ubicación en el calendario, a los nacidos ese día. El próximo año bisiesto es el 2024 y el último fue el 2020. Según el horóscopo chino, este será el año del Tigre de agua, que se asocia con fuerza, exorcismo de males y valentía. Se inicia el 1 de febrero, espacio relativamente bueno y el 2 y el 6 números de suerte. En la numerología del año se repite el dos y suma 6, números que la milenaria cultura de ese país, considera afortunados. El horóscopo chino consta de 12 animales y cada año le corresponde a uno, en orden secuencial; El tigre es el tercero, precedido de la rata y el buey y seguido por el conejo. El Año Nuevo musulmán es el primer día del Muharram, primer mes del calendario islamico, aunque con poco trasfondo religioso. En este año la fecha es del 30 de junio al 27 de agosto. Acorde con la enciclopedia “Según el judaísmo, rabínico, el año nuevo cae en el mes hebreo de Tishréi (por septiembre-octubre), cuando se festeja el Año Nuevo Judio Rosh Hashaná, que conmemora el día en que Elohim creó el mundo”. El Año Nuevo japonés o Shogatsu es el día de fiesta más importante del calendario japonés y el primer día de ichigatsu (enero). Se considera que utilizando ropa de determinado color y según el signo de Zodiaco de cada cual, se atrae la suerte. El criollo en su afán de renovación, limpia la casa “de atrá pa’lante pa que lo malo se vaya pa fuera”. Es costumbre pintar en ese afán de renovación. Comer 12 uvas al ritmo de las campanadas, a las 12 de noche del 31, trae buena suerte. Tener dinero en la cartera asegura “cuartos” en el nuevo año; poner un anillo de oro en la copa donde se bebe, trae riquezas. Deber dinero al llegar el Año Nuevo, te asegura el año pagando. Si tu deseo es viajar, toma una maleta y a las doce, sal “juyendo” de la casa, lo que garantiza viaje. Ponerse ropa nueva con algo viejo, da suerte entrando el año.

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