Sentarte en la sala de espera de cualquier reunión social, especialmente entre mujeres, más que del cuerpo y la belleza, en dichos ambientes el tema central era expresar las experiencias vividas en sus viajes fuera del país, a otros continentes, de manera especial Europa, y los que no habían ido, tenían planificadas, muchas veces pagadas las rutas que les conducirían a los mismos. Y qué no decir de las redes sociales, las cuales, a través de fotos, comentarios, pasaron a ser la pantalla obligatoria, tanto para enterarse y a veces sufrir, como para mostrar, y en ocasiones hacer alarde del “paraíso” visitado. Llegué a escuchar una frase jocosa: “Llévame en tu maleta”, como forma de decir “cuánto deseo subir a un avión y partir”.

Durante largos años ,he sido viajera frecuente, pero solo por asuntos de trabajo, y al escuchar estos comentarios generaba en mi interior una especie de choque, porque siempre entendí que independientemente donde estés, no hallaba nada mejor que regresar a casa.

Hoy, la humanidad completa está paralizada, las grandes naciones y potencias se ven obligadas a cerrar sus puertas, fronteras, logrando con esto, que cada cuál se mantenga en su lugar de origen y, aquellos que vivían alardeando o simplemente compartiendo sus vivencias de sus viajes, no quisieran ni mencionar si reciente salieron del país, y muchos que tienen boletos ya pagados, y hasta hoteles y servicios, no saben que hacer con ellos, y tratan de ver, como me expresaba alguien en esta situación con su familia completa, cómo buscar la devolución del dinero. ¡Que paradoja! Cómo en pocas semanas, un fenómeno transforma, impacta y cambia todos los paradigmas, rompiendo con ello y limitando al ser humano a recordar cuán vulnerable, frágil y cambiante es la vida. Todos, sin importar raza, clase social, color de piel, sexo y edad, debemos asumir el compromiso y las medidas universales, cuidándonos unos a otros, y unos de otros. Les quiero dejar una pregunta: Esta prohibición, ¿te trae a valorar, añorar, ese intercambio de afecto que tal vez lo hacías mecánico entre amigos y cercanos? Tranquilos, es por un tiempo y Dios tiene el control.

Reciban mi abrazo.

Posted in Edición Impresa, Opiniones, Por tu familia

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas