El derecho consular es la rama del derecho público que protege en el extranjero las relaciones económicas y comerciales de los Estados y los intereses de sus súbditos.
El propósito es brindar la protección consular, la cual consiste en un conjunto de acciones, gestiones, buenos oficios e intervenciones que realizan los funcionarios consulares y diplomáticos en el exterior, para salvaguardar de conformidad con los principios y normas del derecho internacional, y en apego a las leyes y reglamentos de cada país los derechos e intereses de nuestros conciudadanos y atender sus demandas.

Estas relaciones consulares han existido entre los pueblos desde hace siglos, y realmente tienen una historia mucho más larga y variada que la de las misiones diplomáticas permanentes. Se trata, en efecto, de una institución dinámica, que ha sabido adaptarse perfectamente a las necesidades y vicisitudes del correr de los tiempos.

El servicio consular tiene como objetivo general promover el comercio entre el país que envía y el territorio de su jurisdicción en el país receptor, y proteger las personas y los intereses de los nacionales del país en la denominación que le corresponda.

Estos apuntes que usted acaba de leer vienen a colación por el proceso de modernización de los servicios consulares que a principio de mes anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores. La externalización de los servicios consulares, pues contribuye con un mayor rendimiento de los funcionarios designados, permitiendo un enfoque exclusivamente en sus funciones, venciendo la discrecionalidad y garantizando la estandarización.

Nuestro país tiene 47 consulados rentados y 30 secciones consulares en igual número de embajadas. Oficinas que dan servicios a más de dos millones y medio de personas. Lo que se busca es transformar de manera significativa la forma en que se presta los servicios consulares, iniciando con un plan piloto en seis países en el primer año.

En la externalización de los servicios consulares, la empresa contratada se encargará de recibir la documentación del solicitante, captar los datos biométricos e informarle al usuario cómo marcha el proceso de solicitud de visado. Pero la decisión final sobre el otorgamiento de la misma seguirá en manos del Estado, a través de los consulados.

Es una modalidad que lo vemos en países modernos y desarrollados, no hay que ir al consulado para solicitar una visa a un lugar de destino. Con este método estaría bien claro todo lo que se está percibiendo por cada visa. Será más transparente y mejor valorado. Es un servicio efectivo y rápido que facilita las posibles demandas crecientes de tramitación de visados, pasaportes y otros servicios.

Para terminar el primer eje central de los lineamientos de política exterior que se estableció para la actual gestión es la protección a los nacionales que se encuentra fuera del país, y que son los principales usuarios de los servicios consulares y se entiende que ha llegado el momento de hacer una solución moderna, eficiente y satisfactoria.

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