Todos tenemos interacción con personas que han vivido situaciones de grandes dificultades una tras otra, pérdidas económicas, ver partir a un familiar cercano como padre, madre, hijo, hermano, y, sin embargo, no puedes entender cómo es posible que estos mantengan control de sus emociones, sentimientos y fuerzas para manejar los compromisos obligatorios en su vida cotidiana. Al ver esto, te cuestionas y, más aun, te admiras: cómo es posible continuar desarrollando todo lo que corresponde hacer, especialmente la interacción dentro del entorno del hogar.
Hay un componente presente en cada familia de nuestra sociedad, vivido en carne propia, y de personas cercanas que te dan como respuesta: “Solo por Dios estoy de pie”, “Si no fuera por la oración…” y, más aun, recuerdo una vez que mi tío perdió a uno de sus dos hijos en manos criminales, y en pleno velatorio, su esposa, es decir la madre del difunto, repetía: “Dios perdónalos, se llevaron parte de mi vida.”, y durante años, estando estos encarcelados, llorando amargamente decía: “Solo en El Señor sigo en pie”, continuó por años hablando del tema pidiendo perdón para ellos.
Así como dicen los siguientes versículos bíblicos: “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?… Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.” (Salmos 27:1,3)
Cuando leemos estas enseñanzas y las hacemos parte de nosotros, afrontar cualquier situación con entereza, aunque se sufra, pero sin perder la esperanza ni la confianza en que Dios tiene el control, es algo que solamente el que lo experimenta puede entender. En mi trayectoria profesional y personal he podido tener experiencias donde por lo general puedo ver en aquellos hombres y mujeres con fe, y me incluyo en mis propias vivencias, superar cualquier situación de manera muy distinta a los que carecen de ella.
Si bien es cierto que, dependiendo de cómo se perciben los eventos de la vida en general, positivos o negativos, será tu respuesta y emociones ante ellos, no hay nada más poderoso que aquello que no es tangible, es a veces inexplicable, que la ciencia no puede entender, y que a aquellos que manejan conducta humana pero no tienen conocimiento y vivencias desde el punto de vista cristiano les parecerá inverosímil y hasta incoherente.
Te invito, como mujer de fe, a que busques respuesta en el único que da seguridad y paz, Jesús.