Así está Trump, muy enojado con la prensa por filtración de una de las agencias de inteligencia que sugieren que el programa nuclear iraní no fue destruido, porque la bomba no penetró a la última sala ubicada a más de 60 metros de profundidad y solo causó daños a las puertas de entrada.
Irán dice que el Uranio enriquecido fue trasladado antes del bombardeo a un lugar secreto. EE.UU. dice que lo destruyó, Israel cree que quedó atrapado debajo de los escombros de la instalación nuclear.
De cualquier modo, Irán tendrá que invertir mucho tiempo y dinero para retomar ese proyecto. Mientras tanto, vuelve la guerra de Trump contra los medios estadounidenses.