Y las deudas viejas no se pagan. Ante esa realidad, si una empresa o una persona le vende o realiza una obra al Gobierno, para cumplir con la construcción, el contratista se endeuda, cuando pasan años y el Estado no paga, los intereses por la deuda sobrepasan el monto de la deuda. Justo ahí, como por arte de magia, aparece una persona “un buscón”, cobra la deuda completa a cambio de que le entreguen el 50% del monto. Para el deudor resulta una gran solución, para el “buscón” es un buen negocio, cobra el 50%, reparte entre los que facilitaron el pago y se queda con un 10%. Al ser un negocio fácil, algunos crearon “deudas fantasmas” y falsificaron documentos para cobrar un jugoso 50%.

Posted in Síntesis

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas