JP Morgan, uno de los más importantes bancos de inversión del mundo, considera que a mediano plazo la composición del crecimiento económico dominicano “continúa siendo robusta”.

Por hallar que una gran proporción del producto interno bruto (PIB) dominicano proviene de inversión, sostiene que el presagio de crecimiento es “sólido y sostenible”.

En ese sentido, pronosticamos un crecimiento de 4.4% para 2023, el cual se ubica dentro de los más altos en comparación con sus pares regionales. Dicho esto, es más relevante desde una perspectiva a mediano plazo que la composición del crecimiento continúa siendo robusta, con una gran proporción del PIB proveniente de inversión, lo que presagia un crecimiento potencial sólido y sostenible.

“Más aún, la inversión extranjera directa ha superado los niveles previos a la pandemia, por lo que también respalda esta perspectiva positiva a mediano plazo”, dice el JP Morgan en un informe titulado República Dominicana: Una historia macroeconómica sólida, fechado el 26 de enero de 2023.

De acuerdo con el informe del banco norteamericano, dirigido a inversionistas que compran bonos dominicanos, “la historia macro a mediano plazo de República Dominicana continúa siendo sólida, con un fuerte crecimiento económico y mejores índices de deuda” y que “la inversión debería seguir siendo un motor importante del crecimiento, respaldada por políticas relativamente estables y favorables para las empresas”.

Destaca que el déficit de la cuenta corriente ha estado bajo presión, pero éste debería reducirse este año y, en general, se financia en gran medida con inversión extranjera directa.

“Las señales de sobrecalentamiento de la demanda interna están disminuyendo y deberían permitirle al BCRD (Banco Central) normalizar su política, alcanzando una tasa de 6.5% para el primer trimestre de 2024, disminuyendo desde el nivel actual de 8.5%.

Plantea que los diferenciales de las tasas de la República Dominicana frente a los mercados emergentes y Estados Unidos han regresado a sus niveles históricos después de parecer relativamente amplios durante la mayor parte del año pasado, lo que ofrece una buena oportunidad para aprovechar el carry atractivo. Con la curva relativamente plana, entendemos que el segmento más corto ofrece más valor, especialmente en un contexto de recortes de tasas esperados por parte del Banco Central.

Cuando JP Morgan se refiere a las tasas de interés indica que “una depreciación de alrededor de 5% del USD/DOP durante los últimos seis meses disminuye el riesgo de un debilitamiento agudo del peso dominicano en el futuro cercano”.

Resalta, asimismo, que el “crecimiento del turismo, los sólidos niveles de remesas y la IED sostenida nos dan confianza de entrar en una posición larga en bonos locales sin cobertura cambiaria”.

Con base en esos factores, el banco recomienda “comprar los bonos del Banco Central emitidos recientemente con vencimiento el 30/01/2026 al 12.60 %”.

En otro aspecto del informe, JP Morgan dice hallar “un panorama macro sólido, que permite flexibilidad de política”.

“Durante un buen tiempo hemos mantenido nuestras perspectivas positivas para la República Dominicana, y las métricas macroeconómicas recientes respaldan esta posición. En particular, el crecimiento local después de la pandemia ha sido extraordinario, ya que la economía logró no solo recuperarse rápidamente a los niveles de pre-pandemia, sino también regresar a su tendencia de crecimiento pre-pandémica. Inicialmente, la recuperación fue impulsada por fuentes externas como las exportaciones y las remesas. Sin embargo, la base de la recuperación se ha ampliado y la demanda interna ha jugado un papel cada vez mayor, con un mercado laboral local que ha jugado un rol de particular apoyo en dicha recuperación”, resalta.

Agrega que “nuestra expectativa es que la economía se haya desacelerado en 2022 a un ritmo similar a una tendencia de crecimiento de alrededor del 5.0% anual, y es probable que este año se ubique ligeramente por debajo del potencial, ya que se espera que los obstáculos externos aumenten –el riesgo, sin embargo, es que el crecimiento global demuestre mayor resiliencia”.

En ese sentido, el banco pronostica “un crecimiento de 4.4% para 2023, el cual se ubica dentro de los más altos en comparación con sus pares regionales. Dicho esto, es más relevante desde una perspectiva a mediano plazo que la composición del crecimiento continúa siendo robusta, con una gran proporción del PIB proveniente de inversión, lo que presagia un crecimiento potencial sólido y sostenible”.

“Más aun”, agrega, “la inversión extranjera directa ha superado los niveles previos a la pandemia, por lo que también respalda esta perspectiva positiva a mediano plazo”.

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