Familia Caamaño dice que vale la pena luchar

Fue ratificada la condena de 20 años de prisión establecida a los implicados en el asesinato de Claudio Francisco Caamaño Vélez, hijo del excombatiente Claudio Caamaño Grullón.

Fue ratificada la condena de 20 años de prisión establecida a los implicados en el asesinato de Claudio Francisco Caamaño Vélez, hijo del excombatiente Claudio Caamaño Grullón.La información la suministró el abogado Héctor de la Mota Acosta, quien acompañó a la madre y al hermano del fallecido, Fabiola Vélez Catraín de Caamaño y Claudio Caamaño Vélez, respectivamente, en un acto solemne en la tumba del joven, en el Cementerio Nacional.

La ratificación fue planteada por una sentencia dictada por la Segunda Sala de la Cámara Penal del Distrito Nacional, a Julio Martínez Arias, “y al mismo tiempo esa sala envía a un nuevo juicio a Luis Martínez Arias, sargento de la Policía Nacional, y a Juan Ramón Puello”, dijo de la Mota Acosta.

“Nuestra presencia aquí es para indicarle al pueblo dominicano que hay que continuar siempre, porque después de más de 40 audiencias en Baní, donde ocurrió el hecho, hemos logrado esta sentencia favorable”, señaló.

Entre tanto, la señora Fabiola Vélez, dijo entre sollozos que “le juramos a nuestros amigos y familiares que seguiremos luchando hasta las últimas consecuencias, y los asesinos tendrán que ir a la cárcel todos, tendrán que pagar su culpa por haber matado a un ciudadano ejemplar y que le podía servir a su patria”.

Claudio Caamaño Grullón falleció en el 2012 luego de recibir un disparo en la cabeza por desconocidos en momentos en que compartía con amigos en un colmadón de la sección municipal de Pizarrete, Baní.

El fallecido, de 26 años, recibió el tiro por dos individuos en el colmadón El Fenómeno, según informes de la Policía Nacional.

Asimismo, de la Mota hizo un llamado a Rita Yomaris Solís Tejeda, esposa del fallecido rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Mateo Aquino Febrillet, de que “no se desencante, que la lucha es dura y fuerte, y que, sobre todo, no se debe detener nunca el paso. Debe estar siempre confiando en la justicia”.

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