Desde el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres en 1942, 98 años después de promulgada la primera Constitución dominicana, hasta la actualidad, solo 178 mujeres han sido diputadas el 13.6% del total que ha tenido el país en su historia.
En 78 años desde que la mujer tuvo acceso al Congreso Nacional solo dos mujeres han sido presidentas de esa ala del poder del Estado, Rafaela (Lila) Alburquerque (1999-2003) y Lucía Medina (2016-2017) y cinco vicepresidentas.
En la actualidad, de un total de 190 diputados que tiene la Cámara, 53 son mujeres, lo que representan un 27.9% del total de los escaños alcanzados y refleja un crecimiento de 6.8% con respecto al período legislativo anterior.
A partir del 1997 donde en la legislación se estableció una cuota de género mínima de un 25% y tres años más tarde, la cuota aumento a un 33 por ciento en las candidaturas plurinominales, aumentó exponencialmente la representación femenina en la Cámara Baja.
Del año 2002 al 2016, hubo un notable crecimiento que va desde 24 mujeres diputadas en 2006, 40 en el 2010 y 52 electas en el 2016.
Las provincias que más han tenido representación femenina son: Distrito Nacional 31, Santo Domingo 27, Santiago 17 y San Cristóbal y paradójicamente, la única provincia que nunca ha tenido una mujer como legisladora es Hermanas Mirabal, según recoge el texto “La Mujer Dominicana en la Cámara de Diputados”, presentado en el 2018 por, Rubén Maldonado, acogiendo una petición de la exdiputada, Karen Ricardo.
De acuerdo a la investigación la edad promedio para ingreso a la Cámara es de 46 años, lo que permite suponer la dificultad de las mujeres jóvenes que habitan allí. Para muestra, actualmente solo dos mujeres jóvenes ocupan una curul: Gloria Reyes de la provincia Santo Domingo e Ivannia Rivera de Puerto Plata.
Cuota y aumento de participación
Magda Rodríguez, presidente de la comisión de género de la Cámara, reconoce que la cuota de un 33% que existía hasta hace un año que se modificó la Ley Electoral, aceleró la participación de las mujeres. “Sin embargo, los criterios desde que se implementan como derechos de máximos y no de mínimos, constituyen un obstáculo en el alcance del mínimo que deberían tener las mujeres en el Congreso”, dijo. Para la legisladora, estas elecciones representan un reto y una oportunidad para las mujeres por el aumento a mínimo 40 por ciento en la cuota de participación.
En el Senado la representación es pobre
En el Senado la representación femenina no ha aumentado en el paso de los años. En 1994, sólo una mujer era senadora. En el 1998, 2002 y 2006 solo dos. Incluso en el 2000 se quedó una sola, luego de la renuncia de Milagros Ortiz Bosch para ser vicepresidenta. Mientras que en el 2010 llegó a tres y ese mantiene en tres las representantes. Es oportuno recordar que la cuota de participación es para candidaturas plurinominales.
