El “peregrino de dajabón” nos llama a agradecer las obras del pasado gobierno. El Codia “agradece” al Minerd por sortear las reconstrucciones de escuelas afectadas por la tormenta Sandy. Las comunidades “agradecen” al Presidente de la República las nuevas obras.
“Malagradecidos” llama la senadora de Dajabón a “los que no salen a defender a Leonel Fernández”. Nuestra inmadurez institucional y política nos condiciona a agradecer lo que es connatural al Estado y la función pública. Agradecer, agradecer. Hay quien agradece a los gobiernos corruptos “pero que hacen”.
Yo agradezco a los delincuentes por perdonarnos la vida. Y a Dios, por hacernos tan agradecidos hasta resignarnos a ser un eternamente abusado pero “agradecido” país.
