El doctor Ramón Pina Acevedo es profusamente conocido en el foro, teniendo casi el consenso de sus pares de que es todo un jurista y maestro del Derecho nacional. Es un referente tanto por su carácter firme, por sus pronunciamientos fuertes, muchas veces ríspidos, como por ser un cultor de la amistad. Nació el 22 de noviembre de 1922, hace casi 94 años, de los cuales ha dedicado casi 70 al ejercicio ininterrumpido del “sagrado ministerio de pedir justicia”, como le gusta decir, pues se graduó el 28 de octubre de 1946.
En su ejercicio ha estado presente en varios de los más importantes procesos jurídicos nacionales, que incluyen la defensa de los doctores Balaguer y Peña Gómez; la defensa del Banco Central de la República Dominicana y la Superintendencia de Bancos en el proceso del “Baninter”; la “Representación del Estado en el juicio seguido al ex –presidente de la República Dr. Salvador Jorge Blanco”; y, para solo nombrar uno más: “la defensa y representación de Doña Mercedes Reyes viuda Mirabal, madre de las Hermanas Mirabal, en el juicio seguido a los asesinos de dichas hermanas”.
Ahora, si como abogado no necesita presentación, como “hombre público” tampoco. Ha estado cerca del poder desde la época de Trujillo, quien era su primo hermano, pues su padre, Teódulo Pina Chevalier, era hermano de madre de la madre de Trujillo. También ha hecho una dilatada carrera en la administración pública que incluye secretario de Estado, asesor legal del Ayuntamiento y del Senado, procurador general de la República y diputado al Congreso Nacional, entre otros.
En la academia su labor es también larga y destacada. Inicia como profesor de Derecho Penal II de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santo Domingo en 1958, y llegó a ocupar el decanato de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Eugenio María de Hostos, en 1982.
Como escritor ha publicado más de 10 obras, entre éstas su clásico “Apuntes Jurídicos” y, recientemente, en septiembre de 2015: “Pensamientos y Dinámica de la Interpretación Jurídica”. Estos aspectos han ocultado su faceta deportiva, no dejan ver al doctor Pina “Boxeador”.
Fue Comisionado Nacional de Boxeo Profesional (1978), y dos veces presidente de la Organización Mundial de Boxeo, donde ocupó todos los puestos posibles. Ha sido: vicepresidente vitalicio de la Federación Centroamericana y del Caribe de Boxeo Profesional (Fecarbox), afiliada al Consejo Mundial de Boxeo; miembro del Comité Ejecutivo vitalicio de la Organización Mundial de Boxeo; presidente de la Comisión Consultiva de la Organización Mundial de Boxeo; y, miembro del Comité de Quejas y Agravios de la Organización Mundial de Boxeo. Probablemente sea el dominicano que más lejos ha llegado en tan importante organización internacional.
Al respecto, sobre la actividad deportiva del doctor Pina, dos preguntas: ¿Qué se necesita para que lo exalten al Salón de la Fama del Deporte Dominicano? ¿Qué está esperando el Comité Permanente?
A ver quién responde.
