Los electores conocen las caras de los candidatos que se promueven a través de vallas, afiches y comerciales de la radio y la televisión, pero desconocen sus propuestas de gobierno municipal.
Los candidatos por los principales partidos políticos han basado sus ofertas en la exposición de su rostro, el que acompañan por un slogan con el que pretenden convencer a la población de que son la mejor opción para darle a Santiago la solución a los males que la han acompañado por años. Además se descalifican de uno a otros con críticas entre los que ya han ejercido como alcaldes y a otros por la falta de experiencia.
José Enrique Sued, quien busca la alcaldía por cuarta ocasión por el Partido Reformista Social Cristiano y Partido Revolucionario Moderno, basa su campaña en las críticas contra el actual alcalde Gilberto Serulle, quien aspira a reelegirse por el Partido Revolucionario Dominicano, a quien acusa de no haber resuelto los problemas de Santiago, como mantener el aseo urbano, el ornato y el bacheos de las vías.
Mientras que a Abel Martínez, candidato del Partido de la Liberación Dominicana, Sued lo tilda de inexperto, de desconocer las necesidades de la ciudad y de no haber sometido un solo proyecto en favor de Santiago en sus años como congresista.
En tanto que el actual incunvente municipal le reta méritos a Sued para volver a ocupar la posición por el desorden dejado por su administración y la que según él ha superado. Se recuerda que Sued y Serulle han tenido muchos encuentros en los tribunales de acusaciones y contra acusaciones que involucran la difamación e injuria, entre otras.
El actual alcalde también le reta méritos a Martínez para dirigir el municipio por su falta de experiencia, sin embargo, en el 2010 Serulle no aspiró de nuevo a diputado para ser el candidato del PRD a la alcaldía, puesto que tampoco había ocupado anteriormente.
Abel Martínez, Sin embargo ha demostrado tener niveles de aceptación, al parecer es visto como una figura fresca, no solo por la juventud. Ha tenido un buen manejo en la Cámara de Diputados, de la que ha sido su presidente en los últimos tres años. Pero además de su insistente campaña para promover sus aspiraciones, Abel tiene que comenzar a promover propuestas.
