La institución sin fines de lucro de lucha contra las drogas, Casa Abierta, manifestó ayer que arriba a su 41 aniversario sumida en una crisis financiera “agobiante” agravada en los últimos diez años, debido a que las propuestas y presupuestos solicitados al Gobierno han sido prácticamente ignorados.Los directivos de la primera institución social dominicana orientada a la prevención y el tratamiento de las adicciones, a través del liderazgo social y juvenil y promoviendo estilos de vida saludables, insistieron en la importancia de disponer mayores recursos para la prevención de este flagelo en el presupuesto nacional del 2016.
Su director ejecutivo, Juan Radhamés de la Rosa, añadió que el país sigue paralizado y moviéndose en una especie de círculo vicioso, mientras los problemas de consumo y tráfico de drogas crecen de manera exorbitante. “Se han mantenido políticas de drogas basadas en el miedo, que han sido inoperantes frente a un problema social avasallante como es el de las drogas, tanto desde la perspectiva del consumo, como del tráfico”.
Mediante nota de prensa, el director de Casa Abierta, afirma que entristece que el liderazgo político permanezca ausente del debate y las transformaciones que vive el mundo para enfrentar el mal, mediante la implementación de modelos basados en la salud, que priorizan las estrategias preventivas, fomentan los programas de atención basados en evidencias y promueven estrategias de reducción de riesgos y daños.
“Durante estos 41 años, las drogas y la corrupción se han convertido en los principales medios para generar fortunas y poder, en una sociedad que evidencia con mucha frecuencia cómo los parámetros éticos han sido relajados en la búsqueda de enriquecimiento a cualquier precio”.
Indicó que la falta de voluntad política frente a problemas fundamentales, como son las deudas políticas sociales, den como resultado este problema.
Despenalizar consumo de drogas
Casa Abierta, aprovechó para afirmar que la despenalización del consumo de drogas es un acto de justicia, que libra a inocentes de las cárceles y le quita fuerza a la corrupción y al chantaje, que son los que recogen los beneficios de la ley 50-88. “Sin un matrimonio entre las estrategias de reducción de demanda y ofertas, sólo tendremos los resultados de ahora, que son peores que las drogas mismas”. Añadió que las políticas que están siendo exitosas son las que diferencian claramente al usuario, enfermo o no, del traficante.
Dicen ONU y OEA piden despenalizar consumo
Casa Abierta recordó que desde la OEA se ha recomendado a “los países del continente a despenalizar el uso de drogas y a crear políticas públicas que traten a las personas adictas como “enfermos” y no como “cómplices del narcotráfico”. Mientras que, en la ONU se plantea que ésta puede ser una forma de descongestionar las cárceles y redistribuir esos recursos para asignarlos al tratamiento y facilitar la rehabilitación de los adictos.
