Chapulines de la rectitud

El Observatorio Político Dominicano publicó un estudio que revela escándalos de 25 legisladores desde el 2000 hasta el 2014, y si bien muchos son fáciles de recordar no se recuerdan declaraciones de dirigentes del PLD con posturas críticas.…

El Observatorio Político Dominicano publicó un estudio que revela escándalos de 25 legisladores desde el 2000 hasta el 2014, y si bien muchos son fáciles de recordar no se recuerdan declaraciones de dirigentes del PLD con posturas críticas.

El caso de los súper Tucanos tampoco resultó de interés para los voceros del partido morado, así como no salieron al frente a esclarecer las insinuaciones que se hicieron sobre la forma en que se aprobó el contrato con la Barrick.

Sobre los gobiernos de Leonel, que hasta en CNN se expresó preocupación por el gasto de los recursos estatales, las nominillas, los lujos y pensiones de los funcionarios, las auditorías de la Cámara de Cuentas que revelaban irregularidades y que fueron engavetadas y las denuncias de corrupción hechas por organizaciones como la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco), los peledeístas tampoco dijeron nada.

Nunca fue parte de la agenda referirse a Atiemar, Paya, Solano y Figueroa.  Tampoco a las denuncias de Marranzini sobre la CDEEE; las presuntas sobrevaluaciones en la construcción del Metro, la isla artificial, los bonos del BNV, la recompra de Edeeste, Icasur; la aduana de Santiago, los manejos en Bienes Nacionales, el contrato de Westmont Power, la venta de turbinas de la FAD; las Harley Davidson que ya no aparecen, las “donaciones” de la Lotería, presuntas sobrevaluaciones como la SCJ y Bellas Artes, la presa de Monte Grande; las concreteras, el escándalo del PRA, el contrato con la Sichuan, el Hotel Montaña y mucho más.

De los cuestionamientos al senador de San Juan por sus vínculos con el ex presidente peruano Alejandro Toledo los peledeístas no dijeron nada, como tampoco lo hicieron sobre los 130 millones de la Sunland ni de los aportes a la campaña de Martelly. Y han llegado al colmo de brillar por su silencio incluso ante el sometimiento (y caso aún abierto en justicia) de este senador que además es secretario de Organización del partido.

Paradójicamente, a pesar de que no hay evidencia alguna de que se han intentado sobornos a congresistas para el tema de la reelección, son esos mismos peledeístas silentes, aquellos que hasta ahora parecían mudos, que han tenido una inusitada crisis de moralismo y han salido a los medios de comunicación a atacar algo que, a diferencia de lo citado, no ha sido demostrado y ni siquiera rumorado. No estoy segura si fue que de repente se convirtieron en chapulines de la rectitud o si es que sólo es buena cuando se aplica a otro.

[email protected] Observatorio Político Dominicano publicó un estudio que revela escándalos de 25 legisladores desde el 2000 hasta el 2014, y si bien muchos son fáciles de recordar no se recuerdan declaraciones de dirigentes del PLD con posturas críticas.El caso de los súper Tucanos tampoco resultó de interés para los voceros del partido morado, así como no salieron al frente a esclarecer las insinuaciones que se hicieron sobre la forma en que se aprobó el contrato con la Barrick.Sobre los gobiernos de Leonel, que hasta en CNN se expresó preocupación por el gasto de los recursos estatales, las nominillas, los lujos y pensiones de los funcionarios, las auditorías de la Cámara de Cuentas que revelaban irregularidades y que fueron engavetadas y las denuncias de corrupción hechas por organizaciones como la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco), los peledeístas tampoco dijeron nada.Nunca fue parte de la agenda referirse a Atiemar, Paya, Solano y Figueroa.  Tampoco a las denuncias de Marranzini sobre la CDEEE; las presuntas sobrevaluaciones en la construcción del Metro, la isla artificial, los bonos del BNV, la recompra de Edeeste, Icasur; la aduana de Santiago, los manejos en Bienes Nacionales, el contrato de Westmont Power, la venta de turbinas de la FAD; las Harley Davidson que ya no aparecen, las “donaciones” de la Lotería, presuntas sobrevaluaciones como la SCJ y Bellas Artes, la presa de Monte Grande; las concreteras, el escándalo del PRA, el contrato con la Sichuan, el Hotel Montaña y mucho más.De los cuestionamientos al senador de San Juan por sus vínculos con el ex presidente peruano Alejandro Toledo los peledeístas no dijeron nada, como tampoco lo hicieron sobre los 130 millones de la Sunland ni de los aportes a la campaña de Martelly. Y han llegado al colmo de brillar por su silencio incluso ante el sometimiento (y caso aún abierto en justicia) de este senador que además es secretario de Organización del partido.Paradójicamente, a pesar de que no hay evidencia alguna de que se han intentado sobornos a congresistas para el tema de la reelección, son esos mismos peledeístas silentes, aquellos que hasta ahora parecían mudos, que han tenido una inusitada crisis de moralismo y han salido a los medios de comunicación a atacar algo que, a diferencia de lo citado, no ha sido demostrado y ni siquiera rumorado. No estoy segura si fue que de repente se convirtieron en chapulines de la rectitud o si es que sólo es buena cuando se aplica a otro. l

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