El colmo

La inseguridad ha llegado a límites insospechados y las autoridades parece que no terminan de percibirlo en su verdadera dimensión. Lo que ocurre en los hospitales públicos, donde el personal de servicio suele ser víctima de agresiones de supuestos parientes de pacientes o de delincuentes, es incomprensible. Comprendemos que en general las autoridades han fracasado. Pero en los hospitales nos resistimos a aceptarlo. ¿Por qué? Se trata de un sitio bajo un estado de seguridad, con agentes públicos y particulares, y donde las medidas de previsión son obligadas. En Moca, el gobernador decidió asumir la dirección del hospital para encarar la grave inseguridad. Eso es el colmo.