Comunidad Carismática de la Visitación y de la Eucaristía

Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Jn 10, 10).IntroducciónContinuando mi serie de entregas sobre organizaciones de la Iglesia, que muestra a los laicos, como protagonistas en y de…

Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Jn 10, 10).

Introducción

Continuando mi serie de entregas sobre organizaciones de la Iglesia, que muestra a los laicos, como protagonistas en y de ella, hoy ofrecemos este trabajo sobre la “Comunidad Carismática de la Visitación de la Eucaristía”.

1. Origen y misión
Abundantes frutos de vida en el Espíritu ha dado la Renovación Cristiana en el Espíritu Santo a través de la Iglesia Universal; la Comunidad Carismática de la Visitación y de la Eucaristía es humilde testigo en la vida de fe y conversión de la corriente de gracia que conocemos como la Renovación Carismática Católica.

La Comunidad Carismática de la Visitación y de la Eucaristía surgió en el corazón de su fundador como una moción de búsqueda sincera de la voluntad de Dios para muchas personas que sentían la necesidad de caminar más de cerca en el seguimiento de Jesucristo. Así tiene su origen la Comunidad, en noviembre 1981, como lugar de crecimiento interior, formación y servicio apostólico en la vida de personas a quienes él dirigió espiritualmente, miembros de diversos grupos de oración a quienes el Espíritu, luego de recibir una nueva efusión, urgía a un mayor compromiso en su realidad de bautizados.

La Renovación, acontecimiento renovador en el Espíritu de la gracia de Pentecostés, viene para llenar el hambre de escucha de Dios a través de su Palabra y de los sacramentos. Es también re-descubrimiento de la necesidad de alabanza y oración en los creyentes. Por eso, desde sus inicios la Comunidad Carismática de la Visitación y de la Eucaristía motiva a sus miembros a orientar su vida cotidiana en actitud de oración y de alabanza al Creador, al Hijo en el Espíritu.

Desde el principio y hoy, después de muchos años de vida comunitaria, se busca, no exclusivamente pero si especialmente, que los aspirantes sean asistentes asiduos a dichos grupos fraternos en donde el Espíritu aprovecha para tocar los corazones y las mentes y rendirlos a su amor y servicio.

El Padre Benigno Juanes, S.J. formador y maestro espiritual de largos años en la Iglesia, a través de la Compañía de Jesús, consciente del llamado que ha hecho el Concilio Vaticano II y los papas SS Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI insistió en la necesidad e importancia de la formación integral de los laicos como agentes multiplicadores de la misión apostólica en su condición de bautizados. Fue así como orientó, a su tiempo, a hermanas de la primera generación a conformar un Equipo de Formación que se ocupara de ayudar a descubrir la vocación a la Comunidad en aquellos que podrían ser llamados a formar parte de ella y a instruirles gradualmente en etapas sucesivas de dos y tres años cada una. Los aspectos bíblicos, teológicos, espirituales y todo aquello propio de la Comunidad constituyen la base de este tiempo de enseñanza y preparación.

2. Carisma y espiritualidad
Discreta y sabiamente, el fundador y asesor fue escuchando la voz del Espíritu en este proyecto comunitario, orientando a sus miembros a buscar en la oración y el discernimiento la voluntad de Dios. La oración personal, litúrgica y comunitaria, el perdón y ayuda mutua, la conversión y la obediencia, la vida fraterna y la misión apostólica, deseó realizarlo guiado por el Espíritu, como una manera de hacer realidad la voluntad de Dios a través de la Comunidad: Crecer en santidad a imagen de Jesús y trabajar por la expansión del Reino desde la realidad ordinaria de los que son llamados.

Su nombre, Visitación y Eucaristía, dio nombre a su carisma fundacional: vivir y alimentarnos de Jesús Eucaristía para ser transformados en Él, amarle en profundidad y poder anunciarle con la fuerza de su mismo Espíritu. En el misterio de la visitación, teniendo a María como madre y modelo, llevar a Jesús y estar prestos en disponibilidad y prontitud al servicio como ella lo hizo.

Consciente de su fragilidad y condición de pecadora, se rige por unas Constituciones, aprobadas por la Autoridad Competente de la Iglesia en el 2002. La Comunidad ha sido acogida como Asociación Pública de Fieles comprometida en el servicio del Reino allí donde se le necesite, orientada por normas y experiencias que han ido conformando poco a poco el plan de vida de sus miembros: su vida familiar, trabajo y parroquias asumidas como una realidad querida por la voluntad de Dios en el amor y en el servicio, como un cuerpo espiritual en el que cada uno de sus miembros pretende encontrar el lugar que le corresponde en el trabajo por el Reino y su expansión.

Dentro de los rasgos de su espiritualidad como comunidad laical, apostólica, carismática, eminentemente eclesial, se distingue la influencia de la Compañía de Jesús. Al ser su fundador un hijo fiel y obediente de la Compañía, la Comunidad se alimenta de la espiritualidad ignaciana y quiere vivirla a plenitud en el conocimiento, en el amor y en el servicio a Jesús para la mayor gloria del Padre y la salvación de las almas, llamados a ser contemplativos en la acción, encontrando a Dios en todas las cosas creadas.

3. Ministerios y proyectos
Diversos ministerios, animados por el Espíritu, forman la vida comunitaria que a su vez requieren de encuentros regulares fraternos y comunitarios según establece su régimen interno inspirado en Hechos 2,42: “Se reunían frecuentemente para escuchar las enseñanzas de los apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones.”

Estos ministerios han ido surgiendo como lugar desde donde ofrecer a los demás los dones y carismas que el Espíritu ha suscitado en la Comunidad en orden al servicio. Así surge la adoración al Santísimo – a cuyos pies nace la Comunidad – la formación continua de sus miembros, talleres, Ejercicios Espirituales de San Ignacio (leves y de 8 días) así como también los Ejercicios en la Vida Corriente, Experiencias de Oración en tres etapas, en las cuales se practican los modos clásicos que enseña la Iglesia: la vocal, la meditación y la contemplación, Escuela de Teología para laicos, Maestría en sico-acompañamiento espiritual, intercesión, ministerio de Sanación Interior en el que se ora por personas heridas emocionalmente y que al abrirse al amor sanador del Señor van siendo restaurados progresivamente en sus corazones lastimados, muchas veces, por el resentimiento o la soledad. Vemos aquí cumplida la promesa de Jesús: “Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los aliviaré.” (Mt 5, 48)

En el ministerio de servicio social, en Sabana Perdida, se da asistencia de salud física y espiritual a los más necesitados de esa zona, en un local habilitado para estos fines luego del paso del huracán George por nuestro país. Así también en Quita Sueño, Haina, muchos hermanos y hermanas van despertando al amor de Dios a través del acompañamiento que se les da a niños, jóvenes, adultos y mayores, cada grupo según su necesidad teniendo como base la promoción de la fe. Este trabajo se hace en coordinación con el o los párrocos asignados y con la aprobación del obispo del lugar.

Las Colecciones Torrentes y Senda de la autoría del P. Juanes S.J. es otro ministerio de crecimiento espiritual y doctrinal. Estos libros se promocionan y distribuyen en orden a dar a conocer la Renovación y todos sus elementos, los carismas, la curación en sus diferentes áreas: sicológica, espiritual y física; y un bloque dedicado a la oración: sus diversos modos, la oración personal, la contemplación Ignaciana. La Colección Senda abarca temas de espiritualidad cristina, tales como: Hijos de Dios en Jesucristo, el pecado, el Seguimiento de Jesús, el Bautismo en el Espíritu, El Escándalo de la Cruz, Jesús es el Señor y Llamados a una Vida Santa, un tomo dirigido especialmente a los consagrados, religiosos y laicos: Con un Corazón Indiviso. Estos libros son verdaderos tesoros de sabiduría para todos aquellos que quieren permanecer unidos a Jesús, como las ramas a la vid.

4. Al celebrar el 34 aniversario
La Comunidad celebró su 34 aniversario y quiere agradecer a Dios su bondad y misericordia, al llamarnos a conocer y experimentar la gracia renovadora de su Espíritu y expandiendo su carisma fundacional a otros lugares: La Vega, Santiago, Monte Plata, San Pedro de Macorís, Higüey y Samaná. Y en el exterior, a Puerto Rico, Nueva York y Colombia.

Admirados de su amor y largueza, suplicamos nos conceda como Comunidad y personalmente a cada uno, la gracia de una conversión constante y apertura de corazón a la acción santificadora de su Espíritu de amor, y a la Santísima Virgen que nos alcance por su intercesión las gracias con que el Padre la adornó: conocer a Jesús, llevar a Jesús, comunicar a Jesús haciendo sus palabras vida como nos dice en Jn 15,16 “ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando”.

Conclusión

CERTIFICO que los datos que he ofrecido sobre la COMUNIDAD CARISMÁTICA DE LA VISITACIÓN Y LA EUCARISTÍA me fueron ofrecidos por los Directivos de la misma.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros a los veintiún (21) días del mes de mayo del año del Señor dos mil quince (2015).

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