¿Cuáles son nuestros héroes?

Los santos y los demonios siempre han estado de moda en el escenario mundial. Los dominicanos contamos con héroes y villanos propios, sin establecerse claramente de qué lado hay más, aunque muchos concluirán que los diablitos políticos inclinan&#8230

Los santos y los demonios siempre han estado de moda en el escenario mundial. Los dominicanos contamos con héroes y villanos propios, sin establecerse claramente de qué lado hay más, aunque muchos concluirán que los diablitos políticos inclinan la balanza a favor de los segundos.

Estamos habituados a resaltar o a hundir a las personas. Algunos lo hacen inconscientemente, arrastrados por manipulaciones; otros dependiendo de las ventajas a obtener, muchas veces obviando el peso de la verdad, todo con la finalidad de proteger o defender intereses. En ocasiones es la memoria la que falla.

En política, esto es el pan de cada día. El poder determina con sutileza o crudeza quiénes estarán en el infierno y en el cielo, incluso se subroga el derecho de elegir quiénes permanecerán en el purgatorio. Pero como el poder cambia de acuerdo a las circunstancias, Satanás mañana puede ser ejemplo de virtud. Bueno, aquí hemos tenido dictadores convertidos de la noche a la mañana en padres de la democracia.

Los Estados Unidos de América conocen bien lo útil que es contar con “chicos buenos” y con “chicos malos”, con “regímenes opresivos” y con “gobiernos del mundo libre”. Y se van más allá, pues además de tener símbolos de carne y hueso, también los producen por montón en el cine y en los dibujos animados, pues la fantasía y la ciencia ficción no tienen límites, y menos cuando de manipulación se trata. Así contemplamos Vaqueros vs. Pieles Rojas, Democracia vs. Comunismo, Libertad vs. Fidel, Occidente vs. Oriente, Superman vs. El Acertijo…

Los dominicanos tenemos varios héroes en la vida política. Algunos son coyunturales, otros eternos. Entre los primeros están: Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Espaillat, Manolo Tavárez, Caamaño… y recientemente dos o tres más, incluyendo a Bosch, todos desaparecidos. Los villanos, son, entre otros, Santana, Lilís, Trujillo… y algunos más que no quiero recordar, algunos vivos, es decir, demasiado vivos.

Y en la actualidad: ¿Cuáles son nuestros ejemplos a seguir? ¿Habrá una carencia de héroes entre nosotros? ¿Con quiénes nos sentimos identificados? ¿Quiénes sobresalen en la sociedad civil y en los grupos intermedios? ¿Quiénes logran emocionarnos y seguirlos con pasión?

Hoy nuestros héroes, casi exclusivamente, están en el deporte y en el arte, especialmente en la música. Ellos son nuestros mejores representantes, nuestros dignos embajadores, los que nos unen como pueblo, quienes nos hacen sentir sanas emociones. Sin nuestros deportistas y nuestros artistas algo vital nos faltaría o estaría muy débil: identidad y orgullo patrio. ¿Qué sería de nosotros sin Félix Sánchez y sin Juan Luis Guerra?

Gracias a ellos, mantenemos vigencia en el mundo, somos potencia en algo constructivo. Gracias a ellos, nos sentimos más y mejores dominicanos.

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