Cada vez que los precios de la carne de pollo de granja se disparan y posteriormente se descubre que efectivamente las materias primas han aumentado en los mercados internacionales, se repite un discurso que viene a ser ya vicioso, acerca de la necesidad de fomentar el cultivo de maíz y sorgo en el país.
El presidente de la República, Leonel Fernández, prácticamente desarmó los reclamos para que se reduzca el precio de la carne de pollo, cuando dijo que seguirá alto, al reconocer que los precios del maíz y la soya de nuevo han aumentado en los mercados internacionales. El presidente esta vez habló como un técnico, más que un político, naturalmente, en su ruta de entrega del poder.
Cuando en 2008 se produjo la crisis de los alimentos a nivel global, fue evidente que los países como República Dominicana, muy dependientes de insumos fundamentales para “fabricar pollos”, tenían que adoptar una estrategia para prevenir situaciones como la que estamos viviendo.
Pavel Isa Contreras lo observaba en su artículo de ayer en este diario. Pero hace cuatro años advertíamos que el gobierno dominicano, en medio de esa crisis, debía convocar al Consejo Nacional Agropecuario para trazar políticas internas para encarar el problema. Nadie hizo caso, y mucho menos cuando los precios mejoraron hacia la baja.
Recientemente, el Ministerio de Agricultura hablaba de impulsar la siembra de 600 mil tareas de maíz y sorgo, pero probablemente aquello se quedó en meras intenciones. República Dominicana sigue dependiendo de las importaciones y no habrá forma de superar el problema mientras no haya una política vibrante de apoyo a los cultivadores.
El maíz, y ni hablar del sorgo porque nadie lo siembra, es un cultivo despreciado por los agricultores pobres. Su rentabilidad es bajísima y lo seguirá siendo mientras a los pequeños productores no les llegue la tecnología y los medios para mejorar sus cosechas y los precios frente al maíz importado.
Políticas públicas para disminuir las importaciones podrían ser el remedio a largo plazo para encarar la situación.
