El diagnóstico de una enfermedad catastrófica, como el cáncer o una dolencia que cambia el estilo de vida de la persona, es una noticia difícil de asumir, tanto para el paciente, como para sus familiares.
Se pueden sentir muchas emociones como miedo, incertidumbre, enfado, tristeza y ansiedad. Por estos motivos el apoyo psicológico es importante para que el paciente pueda sobrellevar la enfermedad de la mejor manera.
La sicóloga clínica Margaret Almánzar, del Centro Vida y Familia, dice que cuando una persona se entera que está enferma, entra en un estado de “shock” y genera sentimientos difíciles de comprender y de manejar. Puede presentar una negación frente al tema y ser invadido por la pena y la rabia, haciendo mucho más complicado el enfrentamiento a la nueva situación.
“El acompañamiento sicológico es importante para ayudar al paciente a recibir toda la información necesaria y apoyo desde el momento de su diagnóstico, y al inicio de su tratamiento, que es donde se manifiestan los mayores síntomas emocionales de cualquier enfermedad”, sostiene la experta. La ayuda psicológica se inicia con lo que se conoce como psicoeducación, en conjunto con una terapia que tiene como objetivo que el paciente refuerce los recursos que posee, respetando sus procesos, tiempos y decisiones.
Cabe destacar que la vida familiar sufre una reestructuración, pues cambia el funcionamiento y las preocupaciones se centran en todo lo relativo a la enfermedad. Pueden también cambiar los roles, o presentarse dificultades incluso en la comunicación. Por esto, el apoyo sicológico será fundamental.
Los estudios lo confirman
Según estudios los pacientes de cáncer que reciben ayuda psicológica en el transcurso de su enfermedad viven más, además asegurar que en las mujeres la posibilidad de defunción disminuye en un 44%.
Una investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Ohio Estados Unidos, demuestra que el tratamiento psicológico, centrado sobre todo en cambiar el estado de ánimo, hace que los pacientes vivan más, porque reduce a la mitad el riesgo de recurrencia del tumor. Incluso aquellos que sufren la enfermedad por segunda vez, lo hacen un 45% más tarde si han contado con la ayuda de un psicólogo.
Sostienen que a través de una adecuada contención psicológica del paciente y su familia se les puede ayudar a una aceptación de la enfermedad, a que tengan una mejor calidad de vida, que disminuir la angustia que provocan las fantasías de muerte, deterioro o cambio en el esquema corporal, vivencias de agresión , destrucción y el deceso final.
Condición que aisla bastante
Una condición que inhabilita al paciente es la incontinencia urinaria, que implica un impacto psicológico y social y puede afectar gravemente el estilo de vida de la persona.
Los factores emocionales y sociales aumentan el padecimiento de los enfermos graves y cuando los medicamentos no controlan el maletar, se impone un abordaje integral de la patología.