Iniciaré lo que llamo la segunda ronda de entregas referentes a mis escritos en elCaribe. Debo iniciar con dos expresiones de condolencias, una al eminente ingeniero dominicano, compañero de aulas, Fellow del ACI, por la irreparable pérdida de la distinguida María Eva Batlle Álvarez, esposa amantísima del querido compañero. Vayan hacia él y a sus familiares mi sentimiento de solidaridad.
La otra condolencia es para mi gran amigo segundo vicepresidente de la Cámara Dominicana de la Construcción (Cadocon), el ingeniero Cristian Maluf, por la irreparable pérdida de su hermana, la señora Rosmery Maluf de Herrera, ocurrida en la ciudad de Santiago de los Caballeros. El ingeniero Maluf es de esos amigos para los cuales los apelativos no caben.
Otro tema que quiero tratar es referente a un gesto inmejorable en la actuación del ministro Administrativo de la Presidencia. Paso a referir lo siguiente:
Solicité una cita a dicho ministro para comentarle mi charla titulada “Desarrollo de Proyectos Rentables en épocas de Crisis” y luego, con una representación de la directiva de Cadocon, reunirnos e intercambiar impresiones con el presidente Danilo Medina. Recibí una llamada de la secretaria del mencionado ministro confirmando la cita.
El día de la cita se me llamó y se me expresó que “me iban a conceder entrada directa por el túnel” para que no tuviera que caminar tan largo trecho en el Palacio Nacional, puesto que conocían los problemas de desplazamiento que tengo.
Efectivamente, desde que llegamos a la puerta se nos comunicó que podíamos pasar directamente. En la entrada estaba esperándome un ingeniero edecán del presidente Medina (cuyo nombre no recuerdo) quien me manifestó: “Estoy esperándole para estrechar la mano de uno de los grandes maestros de la ingeniería dominicana”. Grande fue mi sorpresa y mucho mayor mi halago.
Luego éste me condujo hasta la oficina del ministro y ahí dos jóvenes muy amables me hicieron penetrar a la cita media hora antes de lo convenido, cosa muy inusual que también agradezco sinceramente.
El ministro más amable no pudo ser. Conservó un ejemplar de la charla para leerla y luego conversar con el presidente Medina y que esperara la respuesta para el posterior encuentro con éste donde podríamos comentar los pormenores de la referida charla e indudablemente podría ser de gran interés dada la coyuntura actual en el aspecto económico y social que atraviesa nuestro país.
Quiero agradecer al ministro José Ramón Peralta, de quien no esperábamos menos, sabiendo quién es su padre, sus tíos y abuelos, con quienes conviví en mi juventud en La Vega.