Lo que ha vivido la periodista Glenda Umaña es un ejemplo de que todo obra para bien. 18 años trabajó para CNN en Español y un día cualquiera, el 14 de octubre del 2014, le informaron que allí ya no seguiría laborando. Hoy, a dos años de aquella noticia, ella cuenta a elCaribe que estaba cansada de aquella rutina y no se había dado cuenta.
“Renunciar de una empresa como CNN es muy difícil y a veces Dios le da un empujoncito para hacer cosas nuevas. En mi caso todo ha sido para bien”, dice. En esta entrevista, Umaña, costarricense de 54 años, confiesa que al inicio de su carrera, su figura femenina fue más bien un adorno. Ahora Umaña trabaja en su empresa de asesoría “Glenda Comunicaciones” que, aunque vive en Atlanta, la mantiene viajando por el mundo y uniéndose a diversas causas.
La salida de Umaña de CNN coincidió también con uno de los desafíos más difíciles que ha enfrentado su familia. Eso, su nuevo proyecto, lo sacrificado que fue su carrera y la posibilidad de colaborar con una universidad dominicana también lo cuenta aquí.
Para muchos periodistas CNN es la meta más alta por llegar. Coméntanos lo bueno y malo de trabajar allí.
CNN como la mejor cadena de noticias del mundo fue una escuela, un aprendizaje constante y lo disfruté muchísimo. Fue una etapa entregada totalmente a la cobertura de los eventos más emblemáticos de los últimos 18 años. Eso me permitió conocer y transmitir muchos conflictos internacionales, a veces muy complicados. Pero como todo periodista tienen una cuota de sacrificio muy grande. Tuve que trabajar seis años fines de semana. Luego está los horarios, la Navidad a veces se tiene y a veces no y también trabajar los días feriados, contra lo que hace todo el mundo. Levantarse a las 3:30 de la mañana para el programa de la mañana. De todo eso se aprende y gracias a Dios tuve un apoyo indescriptible de mi esposo y mis dos hijos.
¿Cómo vivió su salida de CNN y cómo lo vive ahora?
Creo que estaba cansada y no me había dado cuenta. Renunciar de una empresa como CNN en Español creo que es muy difícil y a veces Dios le da un empujoncito para hacer cosas nuevas. En mi caso todo ha sido para bien. El momento en que me anunciaron la salida lo tomé con mucha paz porque me explicaron que no era una decisión por mi desempeño, sino por negocios y éramos 1,400 personas las que salimos en ese momento. Estoy muy agradecida con CNN. Por otro lado, yo no me había dado cuenta que uno tiene una marca. Esos 26 años en pantalla, porque fueron 18 en CNN y ocho en Costa Rica, de cierta forma fueron un capital que ahora se ha traducido. Te conviertes en una marca y gracias a eso he tenido una acogida muy positiva. Estos días he estado haciendo una gira por República Dominicana, México, Costa Rica y Dallas. En CNN uno estaba en una vitrina internacional ideal, pero tú no tienes tanto contacto con la gente. Ahora viajo constantemente, conozco culturas, personas. Además manejo mis horarios y eso, después de años sometida a horarios difíciles, para uno es una gran cosa.
¿Te has sentido discriminada por ser mujer en esta carrera?
En Costa Rica cuando empecé mi carrera me ponían más como un adorno en televisión. Uno sabía que estaba mal y yo no sabía, no supe cómo defenderme. Ahora ayudo a muchas mujeres y no se trata de una guerra de sexo o de que una es mejor que los hombres, se trata de ser compañeros y que exista igualdad de oportunidades. Al inicio de mi carrera las oportunidades no fueron iguales. Por ejemplo, si estábamos en el set dos personas, un hombre y una mujer, y hacíamos entrevistas solamente preguntaba el hombre ¡imagínate, cosas de ese tipo!
¿Cómo valoras el aspecto ético en CNN, una vez sales de esa empresa?
Siempre me sentí sumamente cómoda de tener allí un respaldo ético. Por ejemplo, todos los años tienes que leer un manual y actualizarte con las últimas regulaciones, especialmente cómo ha ido evolucionando la tecnología y redes sociales, etcétera. Con estos principios me sentí muy identificada porque los apruebo y apoyo totalmente. En algunas ocasiones, en algunos países me piden consultoría y promovemos este tipo de práctica donde el periodista necesita más apoyo. Sé que la remuneración en República Dominicana es muy baja y aquí hay que hacer consciencia, a los empresarios principalmente, que tienen que mejorar esa compensación de tal manera que el periodista no tenga un compromiso ético, que pueda tener solo un trabajo y dedicarse totalmente a ese trabajo y no tenga conflicto de interés.
Tienes planes de colaborar con el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) a propósito de que allí iniciará la carrera Medios Digitales y Comunicación Social…
Estamos explorando entre las dos partes la posibilidad de colaborar pero todavía es prematuro hacer algún tipo de anuncio. En este año he venido tres veces a República Dominicana, a mí me encanta este país por la gente. Quizá ustedes no se dan cuenta pero uno siente una gran diferencia cuando llega aquí por el trato de ustedes, además de toda la cultura, la comida, lugares paradisiacos. Obviamente este es un país con muchas oportunidades y me encantaría venir más seguido. Así que estamos estableciendo un vínculo más estrecho en distintas áreas, una de ellas es educativo.
¿Qué sientes que le podrías ofrecer a los estudiantes dominicanos?
El fin primordial sería elevar el nivel de periodismo tanto y muy importante en la parte ética, como en las nuevas tendencias. Por eso me llama mucho la atención esta novedad por parte de Intec de, digamos, un nuevo periodismo. También te cuento que a nivel personal he estado tratando de promover el periodismo por la paz, en el cual nosotros los comunicadores, no se trata de no ser realistas, es encontrar puntos de convergencia entre distintas partes antagónicas. Me interesa mucho la promoción de esta práctica.
¿Qué te falta por vivir?
Siento que todavía quiero estar en la calle como reportera a esta edad, imagínate. Eso me atrae, tener quizá un programa más definido. No lo he buscado pero en algún momento buscaré. En el ámbito personal he vivido uno de los momentos más importantes de mi vida porque hemos (su esposo Manuel y ella) llevado al altar a nuestros dos hijos, Ana Laura y Juan Manuel. También te cuento que mi salida de CNN coincidió con uno de los desafíos más difíciles a nivel familiar, que es que mi hermana menor que vive en Atlanta contrajo una enfermedad neuromuscular que la ha tenido paralizada en una silla de ruedas. La salida de CNN me ha permitido, por otro lado, dedicar mucho tiempo a ella, hospitales, tratamientos y al cuidado de sus niños. Y comparto también que me he dado cuenta que todos los humanos tenemos sufrimientos en la vida, estemos donde estemos, seamos quienes seamos.
Periodismo en RD
Tienen que mejorar esa remuneración de tal forma que el periodista pueda tener un solo trabajo, dedicarse a él y no tenga conflicto de interés”.
En la televisión
Esos 26 años en pantalla, de cierta forma fueron un capital que ahora se ha traducido. Te conviertes en una marca”.
