En el “Pequeño Haití” se sigue comiendo pollos y huevos

En los comedores improvisados en la calle Imbert esquina Antonio del Monte y Tejada, del Pequeño Haití, no se ha dejado de cocinar pollo y huevos luego que el Gobierno haitiano prohibiera la entrada de estos productos al país.

En los comedores improvisados en la calle Imbert esquina Antonio del Monte y Tejada, del Pequeño Haití, no se ha dejado de cocinar pollo y huevos luego que el Gobierno haitiano prohibiera la entrada de estos productos al país.Con más de setenta años a cuestas, doña Susana Steno mueve vigorosa dos grandes calderos donde se cuece pollo frito, sin temor al supuesto brote de gripe aviar que alegan las autoridades sanitarias haitianas para vedar las importaciones avícolas.

“Eso no tiene problema, aquí todo el mundo come huevo y pollo porque eso no tiene ná”, afirma con seguridad la mujer que desde hace más de 25 años vende comida a sus compatriotas que residen en la pequeña colonia haitiana situada en las inmediaciones del Mercado Modelo de la capital.

Los servicios de comida oscilan entre RD$70 y RD$100.

En la misma acera, Frances Duprey cocina pollo guisado con moro bajo una lona azul que la cubre del sol y la lluvia.

Dice que la medida adoptada por el Gobierno haitiano no ha afectado en nada sus ventas. “Ese es un problema entre Danilo y Martelly. El pollo no tiene ná, el pollo tá bueno”, afirma con seguridad al estregar unos platos.

Los precios bajan tras la veda

En el mismo frente, Lino Yil, quien trabaja como dependiente de una pollera, afirma que la carne de ave ha bajado de precio y que la libra que antes costaba RD$45 ahora se vende RD$39, lo cual ha aumentado ligeramente la demanda de parte de los consumidores.

“Aquí nosotros seguimos vendiendo igualito. Yo creo que el Gobierno de Haití tiene que dejar pasar los pollos y los huevos para que vuelva a subir”, dice.
En otras dos polleras de la zona, visitada ayer por elCaribe, la carne de pollo se vendía a RD$43 y ya a las 11:00 de la mañana se había agotado.

“Yo me ajuto (sic) mi pollo. Eso es un asunto político, mientras haya pollo yo me lo voy a comer. Tú puedes estar segura que a alguien le conviene que no se venda, alguien se quiere hacer rico con esa cuestión”, manifestó Iris Abreu, una dominicana que vende flores en la zona marcada por el hacinamiento y la insalubridad.

Tras cuatro horas de reunión, las autoridades dominicanas y haitianas no lograron ponerse de acuerdo en torno a la veda que desde hace más de una semana el Gobierno haitiano impuso a los productos avícolas de la República Dominicana y que según productores locales ha causado cuantiosas pérdidas que ascienden  a más de RD$138 millones.

El barrio está enclavado en un área turística

El Pequeño Haití está ubicado justo detrás del Mercado Modelo y comprende gran parte de la calle Benito González hasta casi detrás del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo. Es una zona comercial donde a diario decenas de camiones y camionetas se surten de variadas mercancías, como fideos, huevos, arenques, aceite, chocolate, arroz y harina con destino a Haití. Allí también convergen buhoneros que ofertan ropas usadas, flores y comida.

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