Es tiempo ya de hablar de los favoritos para recibir premios en la NBA, pues es obvio que esa ínfima cantidad de partidos restantes no modificarán ninguna elección. Lo que no se hizo en 76 o 77 juegos jamás se podrá hacer en seis o siete partidos. LeBron James es mi candidato para recibir por cuarta ocasión el trofeo Maurice Podoloff que le acreditará como el Jugador Más Valioso de la temporada 2012-13.
Lo que ha hecho James es fascinante. Como de costumbre lideró a su equipo, los Heat de Miami, en los tres departamentos más importantes, puntos (26.9, rebotes (8.1) y asistencias (7.2), pero lo más trascendental es que terminará esta temporada con un porcentaje de lances de campo impresionante. Actualmente está en 56.1, el mayor total en su carrera.
Eso habla muy bien de la mejoría que ha exhibido en su disparo de media distancia, aunque, claro está, muchos de sus puntos llegan bastante cerca del aro. De más está decir que el hecho de que sus Heat terminen con el mejor récord de la liga es un “plus” para James en su misión de igualar con Wilt Chamberlain, quien obtuvo cuatro trofeos de MVP. La racha de 27 victorias de Miami fue el trampolín que necesitó el nativo de Akron, Ohio, para erigirse como el candidato más potable para ser recipiente del galardón.
LeBron ha personificado la consistencia. Hay otros candidatos con muchos méritos, pero nadie con la constancia diaria de él. Carmelo Anthony comenzó como un ciclón y, de hecho, fue mi MVP en los primeros dos meses de temporada. Luego bajó su intensidad y ahora nuevamente tiene a los Knicks enrrachados con 12 triunfos con juegos que verdaderamente atraviesan los límites de la calidad.
Kevin Durant aparentemente tendrá que esperar otro año más. Eso no quiere decir que no sea dueño de una campaña de excelencia. En el caso de Dwayne Wade y Chris Paul no han sido tan constantes como James, pero no dejan de tener méritos. Igual, LeBron tiene un par de características que bien pudiesen ayudarle a hacerse con el trofeo, como es su relación con la prensa y la manera como respeta el juego. Eso vale, no sólo son puntos y victorias.
