Manuel Castro Castillo

Se habla mucho de la nueva escobita de la Policía.  El policía es una especie de medidor del grado de civismo que vive un país, y en nuestro caso rozamos el suelo. Cuando vas en la carretera y te para un policía ya sabes que, en un 98 %, es porque…

Se habla mucho de la nueva escobita de la Policía.  El policía es una especie de medidor del grado de civismo que vive un país, y en nuestro caso rozamos el suelo. Cuando vas en la carretera y te para un policía ya sabes que, en un 98 %, es porque… “amigo, estamos en olla y tenemos calor”…  Una vergüenza para una institución pública. Si son dos policías motoristas que te hacen señas para pararte tienes la duda de si en verdad están trabajando o es para un picoteo o para un asalto. Su eficacia, hay que decirlo: el marbete.  Declaraciones como que han puesto muchas multas,  más que prueba de eficiencia, es símbolo de inoperancia.  La P.N. está para servir a la ciudadanía, la que le paga para que haga su trabajo.  El etcétera es una retahíla que Castro Castillo debe conocer más que nadie y que incluye el desarme total de la población con urgencia. Una revisión a la AMET de Hamlet Hermann en época de Leonel no estaría de más.  Ojalá reciba el apoyo para que la reforma policial cuaje y este país pueda sentirse orgulloso de una de las instituciones más importantes para el bienestar de la colectividad.

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