La luna de miel del presidente Danilo Medina con el pueblo tiene un año. El mandatario navegó fácil -con aisladas protestas- y terminó con una popularidad que ronda el 80%, únicamente superado en la región por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
El jefe de Estado impuso su sello de gobernar y caló en la población por la toma de decisiones importantes y sus “visitas sorpresa” a los pueblos. Pero esa población demanda más acciones en el segundo año de mandato: empleo, viviendas, seguridad ciudadana y que el crecimiento de la economía -1.6% en el primer semestre- se refleje en mejorías.
Para el gobernante, los ciudadanos que no tienen empleo digno y bien remunerado, y que ni siquiera tienen seguro de salud, pasan trabajo.
“Porque nadie quiere sacrificar nada de lo que tiene en la República Dominicana y les voy a decir lo siguiente: con un pueblo que no tenga ingresos nadie puede vender en el mercado lo que la gente no puede comprar”, manifestó el jefe de Estado tras participar en el acto de clausura de la Cuarta Mesa de la Vivienda auspiciada por la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas.
El 56 por ciento de la población económicamente activa vive con ingresos que están por debajo de 10 mil pesos, según informes del Banco Central.
“La mejoría de la calidad de vida comienza por un empleo digno, bien remunerado, que permita cubrir las necesidades de su familia, educar a sus hijos y ahorrar para una vivienda”, dijo Medina.
Para dar respuesta a la falta de viviendas, el Gobierno tiene en carpeta la construcción de la Ciudad Juan Bosch, con 30 mil unidades, 2 mil para reubicar a los moradores de La Barquita y en Boca de Cachón, para los moradores de los alrededores del Lago Enriquillo.
