La falta de recursos que obligó a complementar los presupuestos de los últimos cuatro años parece que no se repetirá en la ejecución presupuestaria del 2013.El 27.64% del estimado de subsidio al sector eléctrico para el año entero fue consumido en el primer semestre, lo que parece despejar la posibilidad de que sea necesario presentar un presupuesto complementario para la segunda mitad del 2013.
Al menos, la programación de transferencias corrientes de recursos del Presupuesto Nacional al sector eléctrico no se ha descarrilado como en años anteriores.
Desde el 2008 al 2012 la figura del presupuesto complementario estuvo presente en el manejo de las finanzas públicas, y solo en una ocasión se presentó por sobrante de recursos. En los años 2011 y 2012 una de las causas principales de la presentación de presupuestos complementarios fue el agotamiento anticipado de las asignaciones para el subsidio al sector eléctrico. En esos años ya para junio se había agotado el monto asignado para el período completo.
Esta vez la situación proyecta ser diferente. Al menos para el primer semestre no se había producido el agotamiento anticipado.
En el presupuesto del año en curso el Gobierno asignó para transferencias corrientes y de capital para el sector eléctrico una partida global de RD$43,680 millones, equivalente al 1.8% del producto interno bruto (PIB). Y según reveló la Superintendencia de Electricidad (SIE) a principios del mes en curso, para el primer semestre del año el monto asumido por el Gobierno por concepto de subsidio a la tarifa eléctrica, ascendía a RD$12,976.33 millones. El subsidio tarifario es el componente mayoritario de las transferencias presupuestarias al sector eléctrico. Al despejarse la incógnita que representa el subsidio eléctrico, como potencial demandante de recursos extraordinarios del presupuesto, se estima que el Gobierno no tendría necesidad de presentar un presupuesto suplementario para la segunda mitad.
Las cifras que ha ofrecido la Dirección General de Presupuesto (Digepres) acerca de la ejecución del primer cuatrimestre del año reflejan que el Gobierno ha operado sin apuros fiscales. Por un diferimiento de obras o inversiones públicas, el presupuesto logró ahorros por más de RD$16,000 millones al mes de marzo.
De ese monto, las autoridades anunciaron que destinarán RD$9,000 millones para ejecutar un programa de inversiones destinado a reactivar la economía, que al primer trimestre reflejó un tímido crecimiento de un 0.3%.
El economista Bernardo Fuentes, presidente de la firma de consultoría Economi-k, considera que el Gobierno necesitará presentar un nuevo presupuesto, pero no por razones de incumplimiento. “Yo estoy seguro que el Gobierno tendrá que presentar un presupuesto nuevo pero no por incumplimiento de proyecciones sino como resultado de la negociación con Barrick Gold”, dijo.
“Es decir, tan pronto haya un acuerdo definitivo, se debe someter un nuevo Presupuesto para mostrar el destino de esos fondos que se van a recibir y que no estaban contemplados originalmente”, dijo.
Cálculos extraoficiales, sustentados en las cifras sobre las cuales se fundamenta el acuerdo con la minera, dan cuenta que del 2013 al 2016—período para el cual los ingresos que recibiría el Estado dominicano por las operaciones de la Barrick serían mínimos—la participación estatal promediaría unos US$555.0 millones, por el cambio en los parámetros del contrato. Ese monto, más las pequeñas partidas de la fórmula original, podrían redondear unos US$600 millones anuales, que para el año en curso, a la tasa de cambio actual, serían alrededor de RD$25,000 millones.
Una suma de esa magnitud, al no estar contemplada dentro de los ingresos posibles del año, sería la causa que obligaría al Gobierno a presentar un presupuesto complementario, para definir en qué gastar o invertir esos recursos o una proporción de ellos.
En tanto, la eliminación de la posibilidad de que el subsidio eléctrico trastorne el desempeño presupuestal, representa un alivio para las autoridades fiscales. Ese factor había sido citado por el economista Ernesto Selman, del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), como “la gran incógnita” de la ejecución del presupuesto del 2013.
