Presa de Tavera: peligrosa e inaceptable justificación

En nuestro artículo semanal publicado el pasado lunes en elCaribe hablábamos de las tormentas y tormentos a que hemos sometido a los residentes en Santiago y en la Línea Noroeste por los vertidos de último momento desde el complejo hidroeléctrico&#82

En nuestro artículo semanal publicado el pasado lunes en elCaribe hablábamos de las tormentas y tormentos a que hemos sometido a los residentes en Santiago y en la Línea Noroeste por los vertidos de último momento desde el complejo hidroeléctrico Tavera-Bao, y como respuesta oficial el Observatorio del Agua ha dicho que “de no ser por la correcta aplicación del nuevo protocolo de desfogue, la presa de Tavera corría el inminente peligro de colapsar y poner en riesgo la vida de las personas que residen en los predios del embalse”, siendo evidente que al publicar esa exagerada justificación no se midió el pánico que esa declaración transmite a la población, pues ahora sí es verdad que la gente de Santiago y de la Línea Noroeste estará asustada cada vez que llueva torrencialmente sobre la cuenca de Tavera-Bao al pensar que eventualmente podría ocurrir el colapso de cualquiera de esas dos estructuras de tierra y la destrucción parcial de Santiago y la Línea Noroeste.

Siempre es válido explicar y justificar errores de mediana dimensión, particularmente cuando sólo han causado daños económicos por inundación, aunque la explicación y la justificación siempre deben ser precisas y sinceras para que sean creíbles; pero exagerar las causas de las recientes inundaciones en Santiago y en la Línea Noroeste, utilizando el innecesario argumento de que la presa de Tavera “corría el inminente peligro de colapsar”, sólo complica el problema, porque la gente no teme a inundaciones controladas en el entendido de que quienes operan ese complejo hidroeléctrico saben muy bien lo que están haciendo, y se supone que lo están haciendo muy bien, o al menos medianamente bien, pero si a la gente se le dice oficialmente que el vertido controlado de hasta 500 metros cúbicos de agua por segundo fue porque la presa de Tavera “corría el inminente peligro de colapsar” estaríamos sembrando pánico en la población porque un colapso de la presa puede arrojar abruptamente más de cien mil metros cúbicos de agua por segundo, y eso sería una catástrofe para gran parte de Santiago y de la Línea Noroeste ante la cual el terremoto del año 2010 en Haití se quedaría chiquito.

Por un momento imagínese usted el desastre humano generado por más de 350 millones de metros cúbicos de agua corriendo a razón de 100 mil metros cúbicos por segundo durante una hora con ultra poder letal por un cauce fluvial por donde normalmente transitan 20 metros cúbicos por segundo, por lo que el solo hecho de decir oficialmente que ”la presa corría el inminente peligro de colapsar” es motivo para una exhaustiva investigación y para más de una destitución, porque si fuese cierto entonces se puso en muy alto riesgo de desastre a la población y eso no es aceptable en ninguna nación, salvo que aquí lo digamos como algo normal por desconocer el verdadero tamaño del mal que en el Cibao occidental pueda causar ese enorme caudal.

Pero la verdad es que no es verdad que la presa de Tavera “corría el inminente peligro de colapsar” porque el nivel del agua haya subido por encima de la cota 326 metros sobre el nivel del mar; pero como el Observatorio del Agua lo ha dicho públicamente ahora esperamos que el Gobierno haga las aclaraciones, precisiones o rectificaciones de lugar para devolver la tranquilidad a la sociedad, pues lo que realmente ocurrió en el complejo Tavera-Bao fue que quisieron almacenar la mayor cantidad posible de agua para hidrogeneración y para los acueductos de Santiago y Moca, sin percatarse que las lluvias torrenciales podían generar crecidas pico de varias horas, tal y como ocurrió en los ríos Yaque del Norte, Bao y Jimenoa, pues el anterior fin de semana sólo el río Bao aportó cerca de mil metros cúbicos de agua por segundo, y como el nivel del agua del complejo Tavera-Bao estaba por encima de la cota 326 msnm, el Comité de Operación de Presas se vio precisado a ordenar abrir las compuertas sin que eso estuviese en su agenda operativa del día, y sin que la gente supiera anticipadamente que habría inundaciones repentinas porque no había alerta roja.

Si el complejo hidroeléctrico Tavera-Bao hubiese sido manejando conforme al protocolo original elaborado hace décadas por el “panel de consultores de presas”, y sabiendo que estamos en un período de lluvias regionales anormales, hubiesen bajado gradualmente el nivel del agua hasta la cota 320 msnm y no hubiesen tenido que verter 500 metros cúbicos de agua por segundo a última hora, pues es bien sabido que un vertido constante de 115 metros cúbicos de agua por segundo permite desaguar 10 millones de metros cúbicos de agua por día y en poco más de una semana la presa puede bajar a la cota 320 msnm, pero nueva vez la vocación de almacenamiento de agua con fines comerciales se sobrepuso a la prudencia y a la protección de la población, y al igual que en ocasiones anteriores se quiso jugar a la buena suerte meteorológica y al aprovechamiento máximo de las crecidas de los ríos para decir orgullosamente que tenemos todas las presas llenas de agua para abastecer al país durante el próximo año 2017, sin que existan amenazas de sequía para el próximo año, y ahí estuvo el error de los recientes vertidos de inundación que ahora tratan de subsanar diciendo que ese fue el menor mal, porque de no hacerlo así la presa “corría el inminente peligro de colapsar”, lo cual no es verdad, porque si hubiese sido verdad puede usted tener la total seguridad de que nunca se hubiese dicho públicamente con la complacencia con que se ha dicho esa increíble barbaridad. 

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