Protege a tus bebés del calor

En la República Dominicana hace calor todo el año, no importa que sea enero, julio o noviembre, por lo que se podría decir que vivimos en un “verano eterno”.

Protege a tus bebés del calor

En la República Dominicana hace calor todo el año, no importa que sea enero, julio o noviembre, por lo que se podría decir que vivimos en un “verano eterno”. A pesar de que los cambios de temperatura no son muy…

En la República Dominicana hace calor todo el año, no importa que sea enero, julio o noviembre, por lo que se podría decir que vivimos en un “verano eterno”. A pesar de que los cambios de temperatura no son muy marcados durante el otoño y el invierno, cuando llegan los meses de junio, julio y agosto es necesario tomar medidas drásticas para combatir el calor.

Aunque todos podemos ser afectados por el calor, según la pediatra Mery Hernández los niños son los más vulnerables cuando la temperatura “sube”, en especial cuando es un infante con sobrepeso.

¿Cómo afecta el calor a los niños? Pues de varias maneras, siendo  una de las principales afecciones la miliaria (también conocido como “salpullido”), la cual es una erupción cutánea causada por la obstrucción de los poros que llegan a las glándulas sudoríparas. Esta, aunque es común en los primeros meses de vida de los bebés y en niños pequeños, puede presentarse a cualquier edad, particularmente en climas húmedos y cálidos, explica la también pediatra Lisset Vásquez.

Para aliviar el “salpullido”, los especialistas recomiendan lociones y cremas. Pero esto va a estar determinado por cada caso y edad del infante.

“Además de las manifestaciones cutáneas, también existen otros síntomas que los padres deben tomar en cuenta. Por ejemplo, cuando el infante se queja de cansancio, náuseas, fatiga o mareos, son sensaciones que pueden ser producto de las altas temperaturas, que pueden ser confundidas con una virosis”, comenta la doctora Hernández. Según ambas expertas, mantener bien hidratados y protegidos de los rayos del sol es lo primordial, en especial cuando son pequeños.

¿Qué hacer para mitigar el calor?

“La mejor manera de hacerlo es suministrarle muchos líquidos (agua y jugos naturales). También es bueno que incluyan frutas en la dieta diaria, pero que no sean cítricas. Como por ejemplo, la lechosa, manzana, melón, sandía y el mango, que son frutas refrescantes”, recomienda Vásquez. También advierte que mientras más ligera sea la comida es mejor, porque les ayuda a tener mejor digestión, y por ende, a sentirse menos sofocados.

Un error que comenten la mayoría de los padres, según Hernández, es esperar a que los niños tengan sed. “Cuando el infante manifesta que tiene sed es posible que ya haya iniciado un cuadro de deshidratación. Para evitar eso, es aconsejable que la madre le suministre agua cada dos horas”.

Otro punto a tomar en cuenta es la vestimenta. Procura que tus hijos usen un sombrero o gorra de ala ancha y ropa de colores claros, adecuada para el calor.

Preferiblemente de algodón. En especial, cuando van a estar expuestos por mucho tiempo al sol. En el caso de que pasen mucho tiempo en la casa y esta no tenga  suficiente ventilación, las expertas recomiendan mantener frescas las habitaciones. Para ello es necesario abrir las ventanas y tener un abanico que haga que el aire circule constantemente.

Cuídalos de los rayos del sol

La pediatra Josefina Luna recomienda para prevenir las afecciones de piel en los bebés en tiempo de calor, manter la piel fresca y seca. Vestir al bebé con ropa de algodón liviana.

Agrega que antes de los seis meses los bebés no deben ser expuestos al sol. “A partir de los seis meses  pueden utilizar bloqueadores solares para niños. Se recomienda protector solar  de amplio espectro  con un factor de protección solar de 30 SPF o más”.

Si el bebé aún se encuentra lactando, no es neseario darle otro tipo de líquidos. Pero si este consume fórmula, las pediatras recomiendan que se le suministre agua para que le ayude a la digestión.

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En la República Dominicana hace calor todo el año, no importa que sea enero, julio o noviembre, por lo que se podría decir que vivimos en un “verano eterno”. A pesar de que los cambios de temperatura no son muy marcados durante el otoño y el invierno, cuando llegan los meses de junio, julio y agosto es necesario tomar medidas drásticas para combatir el calor.

Aunque todos podemos ser afectados por el calor, según la pediatra Mery Hernández los niños son los más vulnerables cuando la temperatura “sube”, en especial cuando es un infante con sobrepeso.

¿Cómo afecta el calor a los niños? Pues de varias maneras, siendo  una de las principales afecciones la miliaria (también conocido como “salpullido”), la cual es una erupción cutánea causada por la obstrucción de los poros que llegan a las glándulas sudoríparas. Esta, aunque es común en los primeros meses de vida de los bebés y en niños pequeños, puede presentarse a cualquier edad, particularmente en climas húmedos y cálidos, explica la también pediatra Lisset Vásquez. 

Para aliviar el “salpullido”, los especialistas recomiendan lociones y cremas. Pero esto va a estar determinado por cada caso y edad del infante.

“Además de las manifestaciones cutáneas, también existen otros síntomas que los padres deben tomar en cuenta. Por ejemplo, cuando el infante se queja de cansancio, náuseas, fatiga o mareos, son sensaciones que pueden ser producto de las altas temperaturas, que pueden ser confundidas con una virosis”, comenta la doctora Hernández. Según ambas expertas, mantener bien hidratados y protegidos de los rayos del sol es lo primordial, en especial cuando son pequeños.

¿Qué hacer para mitigar el calor?

“La mejor manera de hacerlo es suministrarle muchos líquidos (agua y jugos naturales). También es bueno que incluyan frutas en la dieta diaria, pero que no sean cítricas. Como por ejemplo, la lechosa, manzana, melón, sandía y el mango, que son frutas refrescantes”, recomienda Vásquez. También advierte que mientras más ligera sea la comida es mejor, porque les ayuda a tener mejor digestión, y por ende, a sentirse menos sofocados. 

Un error que comenten la mayoría de los padres, según Hernández, es esperar a que los niños tengan sed. “Cuando el infante manifesta que tiene sed es posible que ya haya iniciado un cuadro de deshidratación. Para evitar eso, es aconsejable que la madre le suministre agua cada dos horas”. 

Otro punto a tomar en cuenta es la vestimenta. Procura que tus hijos usen un sombrero o gorra de ala ancha y ropa de colores claros, adecuada para el calor. 

Preferiblemente de algodón. En especial, cuando van a estar expuestos por mucho tiempo al sol. En el caso de que pasen mucho tiempo en la casa y esta no tenga  suficiente ventilación, las expertas recomiendan mantener frescas las habitaciones. Para ello es necesario abrir las ventanas y tener un abanico que haga que el aire circule constantemente. 

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