El temor es justificado

Existe una gran preocupación en la población dominicana por la proliferación en los últimos meses de varias enfermedades como el virus de la chicungunya o el dengue, y también por las informaciones respecto al ébola y sus posibilidades de entrar&#82

Existe una gran preocupación en la población dominicana por la proliferación en los últimos meses de varias enfermedades como el virus de la chicungunya o el dengue, y también por las informaciones respecto al ébola y sus posibilidades de entrar a la República Dominicana.Si bien por el momento el pánico es exagerado, los temores son válidos y están fundamentados, especialmente en el caso del virus del ébola que ha matado recientemente a más de un millar de personas en África occidental y para el cual no existe una vacuna aprobada para su prevención ni medicamentos para su tratamiento que no sean experimentales. Además, las autoridades de Salud Pública han confesado que no existe en el país ni personal capacitado para tratar la enfermedad o manipular adecuadamente las muestras, ni hospitales para aislar los pacientes, ni ambulancias especiales para su traslado, ni equipos de protección para el personal médico, ni protocolos para el manejo de cadáveres consecuencia de fallecimientos por el virus.

Aunque aún no hay reportes de ingreso al país de personas procedentes de los lugares en África donde existe este mortal virus, varias posibilidades disparan las alarmas. Por un lado, en nuestro vecino Haití se realizan varios vuelos diarios desde y hacia Etiopía, Guinea, Nigeria, Sierra Leona, Liberia y otros lugares del continente africano, y con la conocida debilidad en los controles de nuestra frontera el riesgo potencial es innegable. Por otro lado, existen algunas universidades e instituciones que tienen acuerdos de intercambio entre estudiantes dominicanos y africanos y además se realizan torneos de varios deportes, principalmente fútbol, para el cual visitan el país personas procedentes de los lugares donde se encuentra el virus, sin que se haya estipulado un procedimiento especial de revisión y control en materia de salud para estas personas.

En cualquier caso de este tipo la prevención es primordial, pero más aún si el país no cuenta con preparación alguna ni mecanismos para lidiar con la enfermedad si entra a su territorio, dada la situación de la República Dominicana. Para esto, la Dirección General de Migración tiene una responsabilidad aún mayor que el Ministerio de Estado de Salud Pública y necesita jugar un rol más activo en la frontera y en la vigilancia de puertos y aeropuertos sin sucumbir ante el chantaje de la “discriminación” o los “derechos humanos”, pues proteger la vida y el fundamental derecho a la salud de los dominicanos debe ser prioridad.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas