Viveros y jardinerías florecen como negocio por toda la ciudad

La presencia de jardines y viveros comerciales es cada vez más amplia en la ciudad, dándole a esta un toque rural, al menos, en los espacios donde están ubicados los establecimientos.

La presencia de jardines y viveros comerciales es cada vez más amplia en la ciudad, dándole a esta un toque rural, al menos, en los espacios donde están ubicados los establecimientos.Es un negocio que ha ido creciendo con los años, como una opción para aquellos que desean comprar plantas ornamentales, frutales, tarros, detalles para el hogar y todo lo necesario para el cuidado de las plantas, sin tener que ir a uno de los campos más alejados de la capital. Si usted recorre, por ejemplo, el Distrito Nacional se encontrará con negocio de plantas en Los Prados, en Las Praderas, en El Millón, La Castellana, en la urbanización Fernández, en el ensanche Serrallés o una esquina de la avenida Núñez de Cáceres, la Winston Churchill o en otro punto geográfico.

Y si variados son los lugares, lo propio ocurre con los precios y la oferta a nivel de plantas. En general, los precios de lo que se oferta dependen de la variedad y tamaño que se trate y de otros factores. Una orquídea, por ejemplo, puede costar entre 300 y 3,800 pesos. Para elegir dentro de esta familia (de las orquídeas) existen las vandas de sol, las dendrobium, las vandas aéreas, epidendrum y  oncidium, entre otras.

Johnna Sosa, encargada de Vitalia Jardinería, de la calle Amelia Francasis No. 3, en Los Prados, indica que la gente con frecuencia se inclina por lo económico.

Dependiendo de la condición del bolsillo del comprador y la opción que busque si decide llevarse una planta, podría elegir una de las orquídeas más comunes (la dendrobium, que cuesta entre 380 y 600 pesos), o una Cattleya, que pertenece al grupo de las más costosas. Si elige esta última tendrá que disponer entre 3,500 y 3,800 pesos, según el esquema actual de precios de varias empresas del ramo visitados por un equipo de prensa de elCaribe.

Probablemente, las phalaenopsis constituyen la familia de orquídeas más populares y conocidas. Su cultivo y comercialización se ha extendido por todo el mundo y República Dominicana no es la excepción. Suelen encontrarse centros de jardinería y en ocasiones llegan a los hogares como regalo o presente de algún amigo o familiar.

Las fechas de mayor demanda dentro de la jardinería son el Día de las Madres y el 14 de febrero (Día de San Valentín). Pero usted tiene cualquier día para regalar o para comprar una planta que desee sembrar en un tarro o en el patio, indica Milagros Naranjo, propietaria de Milagros Jardinería, ubicado en la calle Lorenzo Despradel, Los Prados. Milagros tiene 14 años ligada a la actividad y no se lamenta. “Vale la pena estar en esto, porque las orquídeas, mientras más trabajo da producirlas más cuestan”, sostiene mientras muestra una orquídea tipo mariposa que ha podido producir, algo así como una obra de arte. “Estoy pensando que cuando esta planta tenga más bulbos la puedo dividir y por cada tres bulbos hago otra planta”, expone, dejando claro que no es una improvisada en lo que hace.

Para Milagros, lograr la reproducción de las plantas y la salida de un nuevo brote depende mucho del cariño que le imprima quien las maneja. “No es solo poner la matita ahí y mantenerla en un ambiente. Cuando la planta viene con un brotecito nuevo le hago una bulla para que la mata se alegre, porque las matitas son seres vivos que sienten”, asegura.

Regularmente, quienes acuden con mayor frecuencia a comprar en los viveros y jardines son mujeres, eso no quiere decir que para ocasiones especiales no lleguen hombres, con interés de comprar el mejor detalle para regalar.

Otros acuden con interés de obtener una “matita de mango, de lechosa, o de aguacate. Una parte importante de las empresas tiene el servicio a domicilio y algunas hacen un uso importante de las redes sociales para promoverse y llegar a sus clientes.

Conocedoras

Johnna Sosa
Encargada de Vitalia jardinería
“Antes estábamos ubicados en la Luis F. Thomén, esquina Doctor Defilló, pero hace dos años nos mudamos a la calle Amelia Francasis, de Los Prados. Es que antes, donde estuvimos el flujo vehicular y la carencia de parqueo nos generaban dificultad”.

Milagros Naranjo
Propietaria de jardín
“Mi esposo y yo hacemos un programa para manejar este jardín. Es decir, un momento para mojar las plantas y para darles cariño. Es tanto así que hasta la comida preparada me traigo para acá. En esto tengo muchos años y me gusta mucho”.

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