El próximo miércoles celebramos, como todo el mundo cristiano, la Navidad 2019. En latín Navidad es navitas, Nacimiento; los de habla inglesa dicen Christmas, que es misa de Cristo; en alemán: Weihnachten, que significa “noche de bendición”. En esencia es la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret. La iglesia católica, las protestantes y ortodoxas lo celebran este día. La iglesia Ortodoxa Rusa lo festeja el 7 de enero, aunque obedece asuntos de la no aceptación del calendario gregoriano.

Muchas teorías se han establecido tratando de fijar la fecha del nacimiento de Jesús, dado que es muy improbable que hubiese sido en invierno. No se encuentra definida en el Viejo ni el Nuevo Testamento en la Biblia. En la Roma antigua el 25 de diciembre se celebraba la fiesta del Natalis Solis Invisti o Nacimiento del Sol Invicto que se relacionaba con el dios Apolo y consideraban ese día como del solsticio de invierno y día más corto del año. Los nórdicos y los germanos celebraban el 26, el nacimiento de Frey, un dios nórdico del sol naciente y la fertilidad y del árbol alegórico a esas fiestas, nace el árbol de Navidad actual. Los Incas celebraban una fiesta llamada Cápac Raymi o Fiesta del Sol Poderoso, dedicadas al renacimiento de Inti o el dios Sol.

Era la muerte del verano austral y el renacimiento del sol. Los aztecas por su parte festejaban la llegada de Huitzilopochtli, dios del sol y la guerra. Curiosa forma de desaparecer dioses y deidades para continuar la celebración con un motivo de festividad cristiana. Es en el 354 cuando el Papa Liberio decreta la celebración del nacimiento de Cristo en esta fecha. Los Testigos de Jehová, no celebran la Navidad, porque la consideran una “festividad pagana no prescrita en la Biblia”. Los dominicanos iniciamos la Navidad criolla en octubre, con Cimasabor navideño. Las luces y los árboles alegóricos comienzan a “sazonar” el ambiente. Pintar la casa es parte de las “obligaciones” pascuales y aunque hay muchas tradiciones perdidas o desvirtuadas, otras persisten.

El 24, cena familiar y con amigos, con “puerco asao”, pavo, pollo, moro de guandules, “patele’n hoja”, ensalada rusa, telera y “romo por pipá”. Las uvas manzanas, peras, así como avellanas, nueces, almendras y otros, eran exclusivos de esta época navideña, pero hoy abundan “to’el año”. La llegada de los “dominicanos ausentes” en la reafirmación de sus raíces criollas, dan un aspecto nostálgico mezclado con excesos en el beber y comer, “pa ponese al día”. Todavía puede sentirse la quema de incienso “pa epantá lo malo epíritu”; hacer “un depojo”, lavando la casa de “atrá pa’lamte” “pa sacá pa la calle la mala suelte”. A las 12, la Misa del Gallo. Los aguinaldos escasean, pero existen lugares adonde “bautizados” con te de jengibre se realizan aún.

Es tiempo de alegrías, celebración, regalos y de gastos excesivos, “diciembre e pa fietá y enero pa’rrepentise y lamentase”.

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