La prosperidad del Imperio Británico durante los siglos XVII y XVIII se debió en gran medida al tráfico de esclavos africanos y a los corsarios, ya que estos “negocios” estimularon el sector financiero, el sector mercantil, los aseguradores, la producción industrial y agrícola, así como el comercio internacional, que implicaba, entre otras cosas, la construcción de barcos y el avituallamiento de ellos, lo que significaba trabajo para mucha gente. En esos siglos, las inversiones provenientes de las ganancias del tráfico triangular hicieron prosperar los puertos de Londres, Liverpool, Bristol y Glasgow, donde se establecieron muchas industrias y una nueva elite formada mayormente por comerciantes, banqueros y aseguradores, entre otros. Para satisfacer las necesidades de la nueva población y la industria, se comienzan a expandir las ciudades y se construyen nuevas viviendas incluyendo grandes mansiones para la nueva elite. Estas mansiones se convirtieron en el símbolo de refinamiento, civismo, intelectualidad y conocimiento, llegando a ser consideradas como parte de la identidad inglesa.

Aunque Liverpool se metió relativamente tarde en el negocio esclavista e industrial, rápidamente se convirtió en un puerto y una ciudad importante, con grandes industrias y mansiones para alojar a los nuevos ricos. Una de estas mansiones fue la casa Santo Domingo o St. Domingo House, ubicada en Everton, Liverpool, la cual fue construida en la década de 1750 por George Campbell, un comerciante y traficante de esclavos que había participado en por lo menos 25 viajes de esclavos entre 1750 y 1765. Además, era corsario y tenía negocios de ingenios de azúcar en algunas islas del Caribe. Poseía varias embarcaciones entre ellas “Newry Merchant”, un bergantín de popa cuadrada de 45 toneladas, construido en Preston en 1735, así como el bergantín “George” de 45 toneladas, construido en Nueva Inglaterra en 1742 y registrado a su nombre en 1745. En 1745 la corona británica colocó a Campbell al mando del regimiento “Liverpool Blues” para luchar contra los rebeldes jacobitas quienes se habían alzado contra Inglaterra, aprovechando las desavenencias religiosas entre episcopalianos y católicos con los anglicanos que era el grupo predominante en Inglaterra. Después de ganar la batalla, Campbell se quedó a vivir en Liverpool.
Estando allí decidió comprar algunas tierras en Everton, un suburbio ubicado a dos millas de Liverpool. Las primeras tierras fueron compradas el 23 de agosto de 1757, al caballero Henry Halsall, y luego, el 2 de febrero de 1758, compró a John Seacome, otra porción de tierra que estaba contigua a la primera, con lo cual se convirtió en un terrateniente.

Consolidó sus tierras en un gran terreno que llamó St. Domingo y de inmediato construyó allí su mansión que llamó “St. Domingo house”. Según explica el mismo Campbell en varias cartas, llamó así a su propiedad para conmemorar la buena suerte que tuvo cuando uno de sus navíos con patente de corso capturó un rico barco español que llevaba el nombre de Santo Domingo y que estaba lleno de mercancías procedente de la isla de Santo Domingo. La venta de la mercancía le produjo mucha riqueza con la cual consolidó sus terrenos y construyó su mansión.

El lugar que Campbell eligió para su residencia estaba en el extremo sur de la parcela cerca del camino principal, “donde había una casa agradablemente situada; estaba separada del camino principal por un profundo césped de forma triangular, cuyos lados estaban bordeados de árboles y arbustos, y el frente protegido por prolijas escalinatas y cadenas”. Según descripciones de la época “la casa no estaba más lejos que un tiro de proa del viejo faro (que es la Torre del Príncipe Rupert) por lo que tenía amplias y encantadoras perspectivas de mar y tierra. La mansión contaba con muchas dependencias, una de las cuales se encontraba en el este, separada de la vivienda por la calle Beacon”. Los lugareños decían que el señor Campbell había construido el edificio (sobre todo las ventanas) para que pareciera un lugar dedicado al culto divino, como una iglesia.

Luego de establecerse en su casa, Campbell fue elegido alcalde de Liverpool de 1763 a 1764, junto con los alguaciles Peter Rigby y William Boates. Años después, el 27 de junio de 1769 Campbell muere. Dejó una sola heredera, su hija Elizabeth, quien en 1770 decidió vender la propiedad a John Crosbie, un comerciante de Liverpool, por la suma de £3,800, dando un adelanto como garantía de £680. Pero el señor Crosbie quedó en bancarrota y sus acreedores la pusieron a la venta en la casa de subasta Pontack, en Liverpool, todas sus propiedades, pero para la finca St.

Domingo no apareció ningún postor.

Al poco tiempo, los señores Gregson, Bridge y Parke, comerciantes de Liverpool, compraron la propiedad, al precio que Crosbie había acordado en su inicio, pero agregando £329 por los intereses, debiendo pagar £4,129 por la propiedad. El 2 de febrero de 1773, Gregson and Co. vendió de nuevo la parcela St.
Domingo a John Sparling por la suma de £3,470. Sparling era un comerciante de Liverpool que estaba involucrado en la trata de esclavos y que había participado en 29 viajes de esclavos, entre 1767 y 1793. Además, había sido alguacil mayor de Lancashire en 1785 y en alcalde de Liverpool de 1790 a 1791.

Sparling establece su residencia en Liverpool donde fue elegido alcalde de 1790 a 1791 y al finalizar se retira de los negocios para pasar tiempo en su residencia. Por tal razón, en 1793 decide derribar la vieja casa, y construir una elegante mansión de estilo gregoriano. En 1800 Sparling muere y en su testamento dejó una cláusula que prohíbe a sus herederos disponer de la propiedad St. Domingo por un período superior a los siete años, pues deseaba que sus descendientes residieran en el lugar que él tanto amaba.
Pero sus herederos no pensaban igual y llevaron el caso al parlamento, mientras tanto el príncipe William, duque de Gloucester residió en la casa Santo Domingo en 1803, cuando fue comandante del distrito.

La propiedad estuvo en manos del gobierno hasta 1810 cuando el parlamento autorizó su venta, pero en esa oportunidad tampoco aparecieron compradores, por lo cual la propiedad fue dividida en lotes. En 1811, la propiedad se vendió por £20,295, dividida en dos partes, una la compró William Peat Litt y la otra William Ewart, sin embargo, en ese mismo año Ewart se convirtió en el único propietario. Al año siguiente, Ewart vendió toda la propiedad a la milicia por £26,383 6s. 8d.

El 12 de agosto de 1812, el señor James Sadler, conocido como el hombre de los globos de Oxford y el primer inglés en volar, infló un globo en los jardines de la mansión St. Domingo, un evento muy importante para Liverpool.

Años después, en 1829, la propiedad se vendió a £3,388 por acre. En ese momento la propiedad se dividió en dos lotes, uno lo compró el señor Atherton y el otro el señor McGregor, que era donde estaba la mansión. Poco después se vendió a los señores Sandbach y McGregor, quienes la vendieron a la señorita Corrie, quien estableció un internado para señoritas. En 1853, monseñor James Nugen estableció en la mansión St. Domingo el St Edward’s College, un colegio católico de varones. Fue formalmente abierto por el cardenal Nicholas Wiseman que era el arzobispo de Westminster.

A pesar de que la “St. Domingo House” fue demolida en la década de 1930, para modernizar el colegio, el nombre “St. Domingo” ha perdurado en la región y todavía hay tres calles que llevan el nombre: St. Domingo Rd., St. Domingo Vale y St. Domingo Grove. Es curioso conocer el motivo de porqué esta importante mansión en Liverpool lleva el nombre de Santo
Domingo.

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