Más de 700 mil dominicanos padecen discapacidad visual, de los cuales aproximadamente un 4% ha perdido la vista en su totalidad

Así como somos líderes en traumas por accidentes de tránsito, en República Dominicana también lo somos en traumas oculares. En ese sentido, Ramón Graciano , jefe de Oftalmología del Centro Neurooftalmológico Cecanot, dijo que más de 15 mil emergencias fueron atendidas en dicho centro en el 2017, y aseguró que la mayoría de los pacientes asistieron debido a traumas oculares.

El director del referido hospital, Federico Núñez, informó que realizan un levantamiento de las estadísticas y, desde ahora, aplican un protocolo de atención especial para niños que llegan con traumas oculares. Explicó que muchos ocurren en las escuelas, por lo que también trabajan con el Ministerio de Educación, a través de Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), para definir acciones que eviten estos casos.

De su lado, la presidenta de la Sociedad Dominicana de Oftalmología, Raquel Rodríguez, también consideró necesario que se realicen operativos visuales en las escuelas, incluso, pidió que centros educativos exijan un examen visual entre los requisitos de inscripción.

Enfermedades visuales

Además de los traumas, hay enfermedades que afectan la salud visual, siendo las más comunes la catarata y el glaucoma, principales causas de ceguera en el país. La catarata es la primera causa de ceguera reversible, afecta mayormente a partir de los 55 o 60 años de edad, y se puede operar. De hecho, de 11,000 cirugías que realizó el Cecanot el año pasado, más de 8,000 fueron debido a cataratas.

Mientras que el glaucoma, que actualmente, afecta al 5% de la población, es la principal causa de ceguera irreversible, y requiere una detección temprana para poder ser controlada.

También son frecuentes la miopía, hipermetropía, astigmatismo, las enfermedades virales y bacterianas de la conjuntiva, la retinopatía diabética y la retinopatía de la prematuridad. Sobre esta última afección, el Ministerio de Salud dispuso de un programa que permite a cada hospital materno infantil del país contar con un oftalmólogo retinólogo, el cual se ocupa de hacer una evaluación visual al bebé en los primeros días de nacido, incluso dentro de la incubadora. “Gracias a este programa se le ha evitado la ceguera a centenares de niños”, informó el jefe de Oftalmología de Cecanot.

También hay enfermedades visuales que requieren un trasplante de córnea. En ese sentido, Cecanot cuenta con un banco de córneas pero, al igual que con otros órganos, existe escasez por la poca tradición en el país de donar. Las más usadas son importadas y, por tanto, más costosas, unos US$800; mientras que las locales cuestan US$100 o US$110.

Poco acceso a la atención visual

En el país cerca del 40 % de la población padece algún problema visual. Sin embargo, hay escasez de oftalmólogos y los pocos se concentran en las grandes ciudades, los procedimientos son costosos y el Estado sólo dispone de un hospital oftalmológico en el país, que es el Cecanot. La directora de Salud Visual del Ministerio de Salud Pública, Juliana González, dijo que sólo se abren dos plazas anualmente, pero que aumentarán cuando concluyan los trabajos de ampliación del Cecanot. Ante esta situación, el referido hospital realiza operativos los domingos en zonas rurales.

Discapacidad visual

Julio Cruz, director del Patronato Nacional Ciegos, filial Santiago, explicó que más de 700 mil dominicanos padecen discapacidad visual, cerca del 8% de la población, de los cuales aproximadamente un 4 % ha perdido la vista en su totalidad. Dijo que los no videntes deben exponerse diariamente a perder la vida con los riesgos que enfrentan en las calles, ya que ninguna ciudad del país cuenta con las condiciones mínimas necesarias para que estas personas circulen con seguridad. “En las aceras, de por sí estrechas, se acumulan basuras, hay postes de luz, en algunas estacionan vehículos y otros obstáculos que les obliga a bordearlos, muchas veces lanzándose a las calles. Tampoco hay rampas ni semáforos especiales para estos discapacitados, como en otros países”, comentó.

Otro problema que enfrentan es la falta de empleo. En el Patronato Nacional de Ciegos, ONG que tiene más de 50 años trabajando con discapacitados visuales, informaron que sólo el pasado año hicieron más de 1,000 gestiones de empleos y sólo 41 personas lograron ser insertadas: dos en el sector privado, 13 en instituciones del Estado y el resto en puestos informales.

Rosalía Álvarez, directora del Patronato en Santo Domingo, explicó que estas personas, aun sin ser profesionales, perfectamente pueden laborar como recepcionistas, en call centers, empacadores, masajistas y mensajería interna, entre otros puestos.

Pero la gestión laboral es el último eslabón en el patronato. Aquí realizan una ardua labor de rehabilitación, a la que ingresan cada año cientos de ciegos y aprenden a llevar una vida lo más normal posible. Les enseñan a leer y escribir en código Braille, usar la computadora, tareas domésticas, movilidad a través del uso del bastón y algunos oficios como agricultura, confección de paños, artesanías, bisuterías, fabricación de suapes, entre otros. “La idea es que puedan ser entes productivos, integrados social y laboralmente y no una carga para el Estado ni para sus familias”, precisó Álvarez. En el Patronato la rehabilitación es gratis, cuentan también con programas de prevención y profesores comunitarios que se trasladan a comunidades lejanas.

“Pero todo esto que realiza la institución requiere recursos económicos; recibe un subsidio del Gobierno que no es suficiente y se sustenta de donaciones, por lo que sus autoridades claman por personas caritativas que apoyen la causa”, expresó Álvarez.

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