Dice el exvicepresidente Rafael Alburquerque que luego de muchas diligencias y de tocar puertas que nunca se abrieron, la Fuerza del Pueblo logró ubicar a dónde fueron a parar los bonos de Supérate repartidos en diciembre pasado, y lo lograron vía libre acceso a la información del Banco de Reservas. Se queja de que solo le entregaron una lista general de 41 instituciones, sin nombres de beneficiarios ni nada que se le parezca. A su juicio, eso es una suerte de “cheque al portador” porque no hay constancia del destino del dinero del contribuyente. Lo que le resultó extraño, afirma, es que entre esas 40 entidades figura el “Despacho de la Primera Dama”, que se creía suprimido, por voluntad propia, desde el inicio de la actual gestión de gobierno.

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