La Seguridad Social dominicana está dando connotaciones de que necesita atención urgente y profunda, especialmente en el componente de salud.

Desde el Estado se han tomado iniciativas que disminuyen la vulnerabilidad de la población pobre, que es la mayoría, cuando es afectada por una enfermedad de las llamadas catastróficas. Pero faltan muchas cosas por hacer.

La precariedad del servicio de salud para los más pobres se ve a diario. Por los medios de comunicación y por las redes sociales se dan a conocer casos que constituyen verdaderos dramas humanos.

El surgimiento de una enfermedad catastrófica en un miembro de una familia pobre que termina arruinándola económica y anímicamente.

Esta misma semana elCaribe publicó el caso de la niña Mandy Mariet Gloss Arias, de un año y siete meses, diagnosticada con el síndrome de Fanconi en etapa grave y cuyo tratamiento requiere de un medicamento muy costoso y que por esa condición agotó la cobertura del seguro médico en el que los padres de la menor la afiliaron.

La enfermedad le fue detectada a la menor con apenas seis meses de nacida y desde entonces su familia ha estado un calvario, haciendo malabares para costear el tratamiento. Por el agotamiento de la cobertura del seguro, la familia se vio en la necesidad de vender su casa, en la cual vivían los padres junto a otros dos hijos, en la provincia Hermanas Mirabal.

El Ministerio de Salud Pública dijo que está haciendo las investigaciones correspondientes para ayudar a Mandy Mariet. Es un anuncio esperanzador para la familia Gloss Arias y para la menor en particular.

Sin embargo, el drama de esa niña y su familia directa, que puede ser similar al de muchos otros casos desconocidos, debe ser motivo para una reflexión profunda acerca de la seguridad social.

No implica que haya inacción desde el Estado. La semana pasada, en un acto encabezado por el Presidente de la República, el Seguro Nacional de Salud anunció el aumento a sus afiliados de la cobertura para enfermedades catastróficas de un millón a dos millones de pesos, es decir, la duplicó. Es una buena señal. Pero se necesitan más cosas, más medidas en el sector, para que la seguridad social sea más abarcadora, más humana y más protectora.

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