El “asigún” de las medidas criollas… (y 2)

En materia de bebidas debíamos haber creado infinidad de medidas volumétricas, dada la afección del criollo a estos líquidos espirituosos, con propiedades impredecibles de sacar los “espíritus” (quizás de ahí el término aplicado) más inesperado de gente que sobrio son ejemplos y se “desacatan” como bebedores. La “chata” es media botella y la “tercia” media chata, cuando debiera ser la cuarta. En mi lejana infancia en los colmados de vendían tragos de ron por una medida muy sui géneris: el vaso de trago corto. Había de 5 y de 10… cheles. La vara conuquera, adaptación criolla de la Vara Castellana, traída por los españoles castizos en sus aventuras en nuestras tierras vírgenes, pos colombinas, era una medida del comercio medieval. Su medida era de .836 metros aunque no era de uso en toda España, todavía en proceso de unificación cuando el genovés que llegó en nombre de ese reino, la codicia y una falsa cristianización, en cuyo nombre se cometieron inimaginables excesos. Un cuadrado de 25 varas por lado equivale a una tarea, que se supone lo que un hombre realiza por día desyerbando con un azadón. Si hacemos el cálculo encontramos que medido por varas la tarea de 629 metros cuadrados, como se acepta ahora, equivaldría a 436 mts. cuadrados. Para que fuera más cercana la vara debería tener fracciones más que un metro. Algunos autores la sitúan en el equivalente a una yarda, 36 pulgadas o 3 pies. El “jarro” que resulta una doceava parte de un “cajón y 4 cajones equivalía a una “fanega”. Esto era medida comercial en el sur profundo para medir habichuelas y arroz. Los Veganos, del centro del Cibao miden la prestancia de las personas como: “medío por buen cajón”. En su origen de variable valor: en Castilla 55.5 litros y 22.5 en Aragón. De seguro la nuestra viene de la primera porque los castellanos tuvieron prioridad para emigrar a America, por la Reina Isabel la Católica, tremenda mujer, cabeza real (por mucho) de la realeza de España, cuando el “descubrimiento”. El jarro criollo equivalía al “celemín” castizo. “La cuarta”, imprecisa medida que depende del tamaño de la mano del que mide, que resulta del extremo del pulgar hasta la punta del “miñiqui”… A la tonelada ha habido que ponerle apellido. Tonelada americana igual a 2000 libras y la tonelada métrica, que implica 1000 kilos. La segunda equivale a 2.204 de las americanas. El criollo utiliza términos imprecisos para indicar: “Ná má te falta un chin pa llegá”. Usa una expresión para decir que sea un chín: “Un pelo’e cuca” refiriéndose al casi desaparecido pelo público femenino. La imprecisión en nuestras medidas es una forma de facilitar la explotación por ignorancia… Su boca e’la medía.