A propósito de que el próximo jueves se cumplen 527 de la llegada de Cristóbal Colon a la isla, destacamos que nuestra historia no comienza en el 1492 y que los primeros pobladores, si bien no conocían los metales, tenían una rica cultura que la mayoría de los dominicanos ignora. Las primeras nociones de la historia nacional establecen que la población autóctona, fue diezmada hasta la extinción, poco años después del choque transcultural del “Descubrimiento”. Parece ser, y así lo suponen reputados estudiosos del tema, que, para justificar la masiva importación de negros forzados traídos del África, se declaró la raza indígena como extinta. Situaciones que llegan a nuestros días hacen concluir que lejos de suceder de esta manera, hubo una dinámica mezcla, que produjo una absorción de los taínos sobrevivientes. Los estudios sobre el ADN taino, muestran que entre los dominicanos existen importantes cantidades de genes relacionados con los indígenas, quienes sobrevivieron haciéndose invisibles al poder avasallador de la ambición europea, iniciando una nueva cultura, mezcla de conocimientos africanos, españoles y tainos. Demuestra esa absorción, la gran cantidad de términos aborígenes que utilizamos en nuestra comunicación diaria. La primera palabra del Himno Nacional, Quisqueyanos es gentilicio de los nacidos en Quisqueya, nombre indígena de la isla. El tabaco, iguana, hamaca, coa, casabe, catibía, naiboa, yagua, yarey, cigua, ave nacional, macana, macuto y hasta el chin para definir una pequeña cantidad o el chin-chin para referirse a una aún menor. El mabí, el cacheo, bebidas criollas, fermentadas a partir del bejuco de indio. La cacata, tarántula nacional, el carey, tortuga marina; la hicotea, manatí, al que los asombrados españoles llamaron vaca marina; el comején que es la termita dominicana, batey, la cana, la caoba, guayacán, baitoa y muchísimos nombres de parajes y ríos: Haina, Jaragua, Tireo, Ozama, Yaque, Cibao, Higüey, Higuamp Licey, Cotuí, por mencionar algunos. En la agricultura y la gastronomía aparecen términos indígenas: orégano, maíz, batata, ají, yautía, arepa, ñame, maní, yuca, higüero, guayaba, guayo, maraca, calabaza, bija, burén, Artículos de vida como canoas, cayucos, cabuya, cuaba, bohío. Otros de las leyendas como la ciguapa. Los nombres de frutas son abundantes: jagua, guásima, guanábana, anacauita, caimito, cajuil, caguaso, pitahaya. Instrumentos de uso diario como la batea, tinaja, cuaba y musicales como la maraca, el güiro. La guabina, pez de agua dulce; el jurel, lambí, macabí, la camiguama, tiburón, cojinúa, guatapaná, burgao, caracol marino comestible. En la medicina autóctona el maguey, la tua-tua, guáyiga, niguas, Otros como cacique, maíz, sabana, huracán, ceiba, mangle, guazábara, Parecería ser que, si como formuló el celebre decimero Juan Ant. Alix, tenemos el negro detrás de la oreja, parecería que también llevamos al Taíno.

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