El mayor de los hijos de José Francisco Peña Gómez sigue de pie. Al que más horas de amor profesó, al que en las madrugadas soñaba y el que sin dudas más emociones y satisfacciones le hacía sentir, el PRD.
Por eso digo que los hijos ideológicos de Peña sabemos que en el esfuerzo constante, trabajo fervoroso y compromiso imbatible por los ideales, está la clave de todo avance en bien de la gente.
Entre las múltiples enseñanzas que Peña sin dudas nos dejó, está la lección de que ante los “venenos sutiles” solo debemos mirar al frente y avanzar, solo así alcanzamos la trascendencia verdadera en la vida.
Por eso hoy los hijos del legado de Peña, trabajamos sin distracciones, ni descanso por seguir acrecentando las filas de su partido, por seguir llevando el jacho en las manos a cada rincón del país y por hacer valer las miles de aspiraciones de hombres, mujeres y jóvenes de todo el país que creen en el PRD, el hijo de los amores de Peña.
El domingo 12 de mayo el PRD celebró una fiesta de la democracia interna y al mismo tiempo, se convirtió en el partido de mayor transparencia, apertura, participación e inclusión del sistema político nacional. Esto en razón de que en la XXXV Convención Nacional Extraordinaria Salim Ibarra, se logró la aprobación a unanimidad de votos del 76% de los miembros asistentes, todas las resoluciones presentadas por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y su comisión política en torno a las reformas estatutarias y otros temas que fortalecen la institucionalidad interna, las cuales fueron presentadas por los diferentes organismos de nuestro partido, al tiempo de que sigue consolidando a Miguel Vargas como el líder indiscutible del PRD.
Los hijos de Peña podemos decir hoy, que gracias a sacrificio de miles de hombres, mujeres y jóvenes de todos los litorales del país, somos la primera organización política en adecuar sus estatutos conforme a lo establecido en la ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, la ley electoral y lo decidido por el Tribunal Constitucional.
Mientras otros desdicen del legado José Francisco Peña Gómez, los hijos auténticos del ideal peñagomista de servicio en bien de la gente, no se distraen, trabajan y avanzan, con el jacho siempre encendido en favor de las causas del país y del PRD.
