Tendrá en municipales su mejor escenario, aunque se ve menos competitivo que la FP y PRM en lo presidencial y senatorial

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) participará en las elecciones del domingo en uno de los peores escenarios políticos y electorales que ha tenido en su etapa de éxito electoral a partir de 1996.

La agrupación morada llega a la cita de las elecciones municipales con la marca dañada por las acusaciones de corrupción a sus dirigentes tras su salida del poder en 2020 y disminuido por la división y la renuncia constante de dirigentes en todos los niveles.

Una muestra de cuánto ha podido mermar el PLD es que de esa organización, desde 2019, han salido dos nuevos partidos, Fuerza del Pueblo (FP) y Justicia Social, este último de Julio César Valentín y no muestra mayor incidencia.

El primero, dirigido por Leonel Fernández, ha experimentado un gran crecimiento, tanto, que puntea como el segundo partido en intención de votos para las elecciones de este año.

A pesar de eso, el PLD llega a su cita con las urnas con dos variables favorables. La primera, la alianza que logró con otros partidos de oposición y, la segunda, es que la narrativa de debacle extrema que se ha construido sobre su marca podría jugarle a favor si logra una votación que lo mantenga en el segundo lugar o, al menos, no en una lejana tercera posición.

El peso del liderazgo local, también podría jugar a favor del PLD debido a que la percepción generalizada sobre la organización es de pocas posibilidades de éxito electoral en las elecciones de este año. De hecho, visto en perspectiva, el domingo es el mejor escenario electoral del PLD, pues su candidatura presidencial y las senatoriales, lucen en desventaja frente a la Fuerza del Pueblo y el PRM.

Además de esos factores, el partido morado tiene a su favor la experiencia electoral, su maquinaria política y la fortaleza del liderazgo local.

Este último elemento juega un papel relevante en las elecciones municipales, porque el voto se enfoca en lo local y no en el liderazgo nacional.

En su estrategia electoral, el PLD ha apelado a su obra de gobierno para volver a conquistar el favor del electorado, que ha perdido desde las elecciones de 2020. También expone que es la organización que, según ellos, sabe gobernar.

El PLD logró en las elecciones municipales de 2020, en su boleta 65 alcaldías, pero 25 alcaldes han renunciado y se han juramentado en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y otros a la Fuerza del Pueblo (FP).

Junto al PRD obtuvo en el 2020, 119 directores de distritos municipales, pero solo le quedan 74, los restantes han renunciado y pasaron al PRM y la FP.

En cuanto a votación, el PLD obtuvo más de un millón 700 mil votos municipales en 2020. Informó que depositó en la Junta Central Electoral (JCE) un padrón de más de dos millones de afiliados.

En la consulta que hizo en octubre de 2022 para escoger la candidatura presidencial, dijo que más de medio millón de personas votaron.

El líder y presidente de la organización, el expresidente Danilo Medina, ha afirmado que a partir de la votación del domingo habrá un punto de inflexión y sostiene que la organización recibirá una gran votación y que junto a la alianza superarán al PRM y sus aliados.

Medina, en su estrategia, incluso ha pedido un voto de agradecimiento a favor de los candidatos municipales de la organización.

“En febrero habrá un punto de inflexión en este país. Vamos a ganar las alcaldías y las direcciones, que no les quepa dudas. Con lo que va a pasar en febrero, le daremos un impulso a Abel Martínez a la Presidencia”, declaró recientemente en una de las asambleas que encabeza para orientar a los peledeístas sobre la estrategia de cara a las elecciones del domingo.

Medina también hace énfasis en su llamado a votar en la casilla morada, aun en el marco de la alianza que hizo con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y la Fuerza del Pueblo (FP).

PLD frente al pacto opositor

El PLD, que en principio estuvo negado a hacer una alianza con toda la oposición, se ha beneficiado de la estrategia de ese acuerdo electoral.

El partido opositor en la segunda mitad del pasado año rediseñó su estrategia y en el tiempo transcurrido desde entonces, luce más organizado y enfocado que a principios de 2023 y el 2022.

Medina ha estado constantemente, en campaña y encabezando las actividades principales, una responsabilidad que comparte con el candidato presidencial, Abel Martínez.

En el marco de la alianza, el PLD logró encabezar los acuerdos en más demarcaciones de los 85 municipios donde hay pacto tripartito. La organización encabeza en las plazas más simbólicas, la capital y Santiago.

Además, en Santo Domingo Este, el municipio con mayor número de votantes, va en solitario, pero su candidato a la alcaldía, Luis Alberto Tejeda, polariza la plaza con el candidato del PRM, Dío Astacio.

El PLD perdió el apoyo municipal de la capital en 2016, cuando el PRM la ganó por primera vez con David Collado, a pesar de que en esas elecciones, fue un tsunami electoral y en la casilla presidencial, el PLD logró 62% de los votos.

En el caso de Santiago, conquistó la plaza con Abel Martínez en 2016, pero ahora tiene el reto de mantenerla sin Abel como candidato. Una derrota del PLD en Santiago, sería un duro golpe para la candidatura presidencial de Martínez de cara a mayo.

El PLD postula a Víctor Fadul, que logró el apoyo de todos los partidos de oposición, incluido Opción Democrática.

En el caso de la capital, el PLD encabeza la alianza con Domingo Contreras como candidato, pero según los estudios de intención de votos, la organización ha estado muy disminuida en el Distrito Nacional.

Contreras tiene la ventaja de que está postulado con la alianza que incluye al PRD y la FP. Según las encuestas, la capital es una de las plazas donde la FP tiene mayor fortaleza.

A pesar de que evidentemente la alianza ha sido beneficiosa para el partido morado, Medina ha repetido en más de una ocasión que es “una alianza rara”.

El razonamiento del expresidente se debe a que los partidos de oposición son al mismo tiempo aliados y competidores en las elecciones de febrero y mayo.

De hecho, la campaña de los grupos se ha enfocado en llamar a votar por sus respectivas casillas en las votaciones del domingo. La oposición hizo un acuerdo presidencial de respaldo en segundo.

Abel ha propuesto que quien saque más votos aporte la candidatura presidencial.

La caída del PLD, de la gloria al purgatorio

La caída electoral del PLD fue dramática. Desde el 2004 gobernó 16 años corridos con el control del Congreso y mayoría de las alcaldías. La organización, en las elecciones de 2016, alcanzó su mayor momento de gloria electoral. Sacó el 62% de los votos en el nivel presidencial y el control absoluto de los ayuntamientos, las alcaldías y Distritos municipales. De esa realidad pasó a otra muy adversa en 2020. Perdió las elecciones y de 62% logró solo 37%. Apenas le quedan dos senadores y poco más de 50 diputados. Cuenta con menos de 30 alcaldías y las renuncias de dirigentes que van a la FP y al PRM no cesan. El PLD también ha tenido muchos choques en la estrategia interna.

Expectativas
ventaja El PLD cuenta con la fortaleza del liderazgo local para un buen desempeño en las votaciones del domingo.

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