Santiago. Varias áreas del hospital José María Cabral y Báez se llenaron de agua tras la ruptura de un tubo, poniendo en riesgo la salud de pacientes y personal del centro.
Los pasillos del departamento de ortopedia y otras áreas amanecieron inundados, por el colapso de dicha tubería. La situación generó incertidumbre entre los pacientes, quienes expresan temor por el foco de contaminación que podría formarse. A esto se suma la situación de insalubridad que paradójicamente hay en el centro de salud, según afirman los pacientes.
El hospital José María Cabral y Báez lleva cerca de cinco años en proceso de reconstrucción, lo que ha provocado contratiempos y dificultades a los pacientes, además del riesgo de contraer alguna enfermedad.
Muchos de los que acuden en busca de mejorar su estado de salud enfrentan esta y otras precariedades.